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Boston está en el corazón de Pedro

BOSTON -- Incluso un hombre tan orgulloso como Pedro Martínez no tiene reparos en confesar que se sintió como niño con juguete nuevo en la celebración del 100 aniversario del Fenway Park de los Medias Rojas de Boston.

"Para mí fue grandioso poder compartir este momento, fue una experiencia muy hermosa, que me hizo ver muchas cosas importantes, sobretodo lo rápido que pasa el tiempo", dijo Martínez el viernes a ESPNdeportesLosAngeles.com.

Antes de enfrentar a los Yankees de Nueva York por primera vez en la temporada, los Medias Rojas realizaron una sentimental ceremonia para saludar un siglo de existencia del Fenway Park, inaugurado el 20 de abril de 1912 con un partido entre los mismos contrincantes del viernes.

Más de 200 antiguos jugadores y coaches de los Medias Rojas se reunieron con los actuales miembros del club en el terreno de juego, mientras una sinfónica interpretaba música solemne detrás del plato. El compositor John Williams estrenó su "Fanfarria por Fenway" con la sinfónica Boston Pops.

Al final de la ceremonia, Martínez y el ex inicialista Kevin Millar dirigieron un brindis que podría ser reconocido por "Records Guinnes" como el más grande de la historia en una instalación deportiva. La asistencia oficial al parque fue de 36,770, el lleno 719 consecutivo en Fenway Park desde mayo del 2003.

Johnny Pesky, Carl Yastrzemski, Carlton Fisk, Luis Tiant, Nomar Garciaparra, Tim Wakefield, Jason Varitek, el manager Terry Francona, Millar y Martínez, fueron algunos de los antiguos estelares de los Medias Rojas que acudieron al llamado del 100 aniversario. Incluso el cubano José Canseco, polémico protagonista de la era de los esteroides en Grandes Ligas, participó en la ceremonia.

"Mirando a todos esos grandes jugadores llegué a la conclusión de que debemos sentirnos especiales por haber sido parte de la historia de los Medias Rojas", dijo Martínez, quien lanzó con Boston entre 1998 y 2004.

"Yo fui parte de eso, es lo mejor que me ha pasado. Estoy feliz de haber estado y poder regresar a Boston", dijo Martínez antes de reconocer la inigualable atmósfera del Fenway Park.
"Ningún otro estadio te ofrece el sentimiento ni la cercanía con la gente que te da el Fenway Park. Para encontrar el ambiente del Fenway Park tienes que ir a la liga invernal, jugar con Licey, Escogido, Aguilas u otro club", dijo.

En su carrera como integrante de los Medias Rojas, Martínez tuvo marca de 117-37, efectividad de 2.52 y ganó dos de sus tres premios Cy Young. En Fenway Park dejó foja de 58-19 (.753), la segunda mejor proporción en 100 años. Sin embargo, fue otra hazaña menos personal que Martínez describe como el titular más importante de su carrera, que terminó con más de 200 triunfos y más de tres mil ponches.

"Haber sido parte del pasado y ser parte del equipo que trajo el primer campeonato a Boston en 86 años. Para mi eso no tiene precio", dijo Martínez sobre el triunfo de Boston en la Serie Mundial del 2004.

"Venir a Boston es como si estuviera en el desfile del campeonato: Parece que fue ayer, las memorias están fresquesitas, verme bajando del avión con el trofeo en las manos y luego del autobús en la celebración", apuntó.

Martínez, quien fue cambiado por los Expos de Montreal a Boston en el invierno de 1997-- semanas después de ganar el Cy Young en la Liga Nacional--, confesó públicamente por primera vez que el título del 2004 le quitó un enorme pesos de sus hombros.

Después de todo, cuando Boston otorgó a Martínez lo que en ese momento fue el mayor contrato de la historia del béisbol-- $77.5 millones por seis años y una opción de $15,5 millones para 2004, que fue ejecutada-- no solamente fue con la idea de llenar el hueco dejado vacante un par de años atrás por Roger Clemens, sino para tratar de ganar el campeonato que lo esquivaba desde 1918.

"Ese momento me quitó un peso. [Ganar un campeonato] Era una misión personal con la ciudad de Boston", dijo Martínez.

Sin contar los 200 lanzamientos diarios que debe realizar a sus hijos pequeños, Martínez no ha tirado una pelota desde la Serie Mundial del 2009, cuando vistió la camiseta de los Filis de Filadelfia, y el tiempo de espera para aparecer en la boleta del Salón de la Fama de Cooperstown se redujo a dos diciembres.

"La gorra que llevaré es la de Boston", dijo Martínez, quien también lanzó para los Mets de Nueva York. Martínez estará habilitado para ser electo a Cooperstown desde diciembre del 2014, cuando tratará de unirse a Juan Marichal como los dominicanos en el pabellón de los inmortales.

"Mi retiro está anunciado, ahora es cuestión de celebrarlo. Ya no jugaré más ni aquí [Grandes Ligas] ni allá [béisbol dominicano], ni en otro lugar, excepto a mis hijos", reiteró el pitcher.
"Todavía no tengo la fecha, pero en Dominicana somos espontáneos para hacer una fiesta. En cualquier momento montamos una fiesta", agregó.