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Cómo jugar en canchas lentas

BUENOS AIRES -- El juego sobre polvo de ladrillo es, sin lugar a dudas, el más desgastante para los jugadores. En primer lugar, tiene que ver con que los rallies suelen ser mucho más largos que en las superficies rápidas. Además, se juega con mayor carga de efecto y se preparan más los puntos. Por lo general, los jugadores aplican bastante el top-spin, que hace que la pelota sea mucho más pesada.

Se trata de una superficie que les agrada sobre todo a los sudamericanos y a los españoles, quienes se formaron jugando sobre este tipo de canchas. Aunque hoy en día todos los jugadores se convirtieron prácticamente en todoterreno por las obligaciones del circuito, todavía quedan algunos especialistas en canchas lentas.

Como decíamos, el efecto predominante, lejos, es el top-spin. El slice se juega como variación, pero para que sea efectivo hay que jugarlo muy bajo, muy marcado o muy corto. Debe utilizarse como un golpe táctico, porque el típico slice que molesta en canchas rápidas, que se arrastra en distintas superficies, no genera el mismo daño en el adversario en polvo de ladrillo.

Cuando se juega sobre tierra también se utiliza mucho el drop shot, golpe hace al juego mucho más vistoso y divertido para el espectador... Para el consumidor habitual de tenis, se trata del tipo de cancha que entrega mejores puntos y batallas de muchas horas dentro del court. Por esto la cabeza juega un papel preponderante para ganar los partido, en especial cuando se trata de duelos a cinco sets.

El servicio más utilizado es el saque con kick, más que nada cuando se saca al lado de la ventaja (los diestros). Con él logran generar espacios para utilizar el famoso 'combo' de saque y derecha. Esa fórmula permite muchas veces tomar el mando del punto y -en ocaciones- hasta definir con ese golpe.

¿Qué quiere decir que alguien sirve con kick? Básicamente, se le da un efecto muy pronunciado a la pelota, entrando desde abajo con la raqueta en el movimiento de saque, para que luego del pique la pelota tome velocidad y salga bien alta. En general se usa buscando el revés del rival: nunca es cómodo devolver un revés que supera la línea de la cintura. También es cierto que, tras picar, la bola sale más lenta que en las canchas de cemento, y al jugarse con mayores alturas los jugadores se paran un poco más atrás para ganar unos segundos. Por lo general, buscan invertirse de derecha para armar los puntos con mayor frecuencia que en otras superficies.

Otro factor que influye en el rendimiento sobre polvo de ladrillo es la volea. Cuando un jugador llega a la red tiene que tratar de definir de primera. Es muy difícil definir en dos tiempos: generalmente sale desairado el que está en la red. Si no se termina el punto con la primera volea, generalmente viene el passing o el globo con efecto agresivo. O sea: hay que jugar tiros de aproximación impresionantemente agresivos, fuertes o muy bien colocados. O bien approaches con drop para que el ataque rinda realmente.

Otro tiro de sensibilidad muy utilizado en estas superficies son los ángulos cortos, buscando aperturas para definir al lado libre de la cancha.

La solidez es la clave para triunfar en estas superficies: aunque se está jugando cada vez a mayor velocidad sobre estas canchas, la defensa sigue siendo un arma letal a la hora de jugar un partido, así como la paciencia para armar los puntos.

La manera de correr es totalmente distinta. Los jugadores se deslizan para llegar a muchas pelotas, especialmente algunas complicadas en defensa. Cuidado: no se resbala, se desliza. La devolución de saque generalmente aquí no se juega a ganar. O sea: se juegan menos devoluciones ganadoras que en canchas rápidas. Rinde más jugarla dentro de la cancha, jugarla alta con el revés si uno recibe un segundo servicio o empezar a buscar la iniciativa con la devolución. Buscar una definición directa es más difícil que en otras canchas y en general trae como balance más errores que pelotas ganadas.

Se viene una gran temporada sobre estas canchas donde se podrá ver el tenis más completo, con muchas variaciones de ritmo, alturas, ángulos, direcciones... un placer para todos los amantes de este hermoso deporte.

Durante los últimos años, la temporada de polvo de ladrillo tuvo un rey indiscutido: el actual número dos del mundo, Rafael Nadal. Es verdad que este año aparece Novak Djokovic como un gran candidato a pelear con Rafa en las finales de los torneos. También que Nole lo venció en varias finales. Pero lo que sucedió en Monte-Carlo deja claro que no será fácil destronar al rey ni llevarse Roland Garros, ese Grand Slam que le falta al serbio para entrar al selecto grupo de jugadores que lograron los cuatro títulos más grandes que da el tenis.