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César Ramírez, un tenista de novela

La dupla Zepeda-Ramírez está dando resultados Twitter César Ramírez

MÉXICO -- Primero hubo repaso conjunto de estrategia antes de la final. Luego, mesuradas palabras de aliento de entrenador a pupilo durante el partido. Más tarde, un fuerte y sincero abrazo entre ambos, luego del triunfo decisivo. Y como cierre, César Ramírez le dedicó a él la victoria en el Future 4 de México, disputado la semana pasada en el Club Sayavedra de Atizapán: "Le dedico este título a mi amigo David Zepeda".

Ramírez es una de las grandes esperanzas del tenis mexicano, un ex top-ten junior que a los 22 años está buscando su camino en el circuito profesional. Zepeda es "un segundo coach", alguien que ha ayudado al jugador veracruzano a recuperar el rumbo en los últimos meses. Pero David es, además, el actor principal de la telenovela más vista de la televisión mexicana: Abismo de Pasión, que se transmite de lunes a viernes a las 9:30pm por El Canal de Las Estrellas, la señal madre de Televisa..

La relación tenística entre Ramírez y Zepeda sorprende a primera vista. ¿Un actor estelar entrenando a un tenista profesional? Sin embargo, allí están los primeros resultados: el título de Ramírez, conseguido el domingo último en la Copa Svelty; la renovada confianza del Tiburón, hoy 509 del mundo, luego de una primera mitad de 2011 para el olvido; y el respeto mutuo que se tienen en lo que se refiere al conocimiento de este deporte. Ese que los ha llevado a trabajar juntos.

"David es una persona muy especial para mí", cuenta Ramírez. "Después de la hepatitis del año pasado (que lo alejó de las canchas durante todo febrero, marzo y abril), yo andaba un poquito bajo de ánimo, de confianza. Y él me ha ayudado a recuperarme. David es un apasionado del tenis. Jugó a muy buen nivel colegial, es una persona que sabe mucho y me ayudó en lo tenístico y lo mental".

Jugador y actor se conocieron hace un año, a través del ex tenista profesional Gerardo Morones. Enseguida hubo un click. La amistad fue creciendo. Y dio paso a la colaboración profesional. "Hubo una gran afinidad entre nosotros. Él es un joven muy talentoso, muy carismático. Hablábamos de tenis. Y cuando lo hacíamos, él me escuchaba", cuenta Zepeda. "Empezamos a trabajar como coach-alumno. No tanto en la cancha, aunque allí también me ayuda, sino con ejercicios mentales. Y él está conmigo también como un coach normal", agrega Ramírez.

Durante la semana del Future en Sayavedra, David acompañó en todo momento a César. Se encargó de ver a los rivales de su jugador. Diseñaron juntos las estrategias a poner en práctica. Y Ramírez ganó el torneo sin perder un set. "Él me ha ayudado mucho, y por eso le agradecí en la entrega de premios", dice el pupilo. "Estamos asesorándolo, motivándolo, trabajando en aspectos de estrategia. Yo soy un apasionado del tenis", agrega el entrenador.

Para Ramírez, esto es como un volver a empezar. Luego de alcanzar el 3er puesto en el ranking mundial junior en 2008, se esperaba mucho de él en su paso al profesionalismo. Sin embargo, esas aspiraciones chocaron contra una difícil realidad. "Salí de juniors siendo una estrella, y hoy realmente no soy nadie aún en el tenis. Ese fue un golpe duro para mí. Cuando eres top-ten junior, estás jugando torneos muy importantes, grandes, con todas las facilidades. De lujo. Cuando estás en la cúspide, nada te cuesta. Pero cuando comienzas como profesional, empiezas a jugar torneos donde no hay gente, donde no te conoce nadie, y pierdes con jugadores que apenas tienen uno o dos puntos (de ranking). Esa transición fue muy complicada".

En sus 4 cortas temporadas como profesional, Ramírez ganó 6 títulos Future. Pero nunca pudo dar el salto definitivo a los torneos Challenger. Su mejor ranking fue 431, a principios del año pasado. Luego llegó la hepatitis. Y una etapa de dudas. Fue allí que la amistad y la guía de Zepeda resultaron clave.

"Creo que él debía replantearse lo que quería en la vida, y lo está haciendo", cuenta David, quien protagonizó una docena de telenovelas, trabajó en la TV estadounidense, ha hecho cine y teatro, y es uno de los galanes más cotizados de México. "Él tiene el tenis, nada más había que motivarlo. Soy su amigo y como un segundo coach (el padre de Ramírez sigue siendo su entrenador principal). En su carrera, César ha tenido muchos entrenadores que lo han formado. Yo lo ayudo a enfocarse hacia sus objetivos. A lo largo de la vida uno se va desmotivando. Y yo lo pude ayudar, de alguna manera, en hacerlo ver que él nació para el tenis. Es lo que hace mejor. Tenía que creer más en sí mismo. Concentrarse, enfocarse, y disfrutar en la cancha. Gracias a Dios, todo ello está dando resultado".

Ramírez reconoce un cambio en la forma de encarar su carrera. Y también confía en Zepeda. Cuando no están juntos, como esta semana, mantienen una comunicación permanente vía internet. David estudia a los rivales de César. Hablan sobre planteos de juego. Y sobre cuestiones que van más allá de los courts. "Después de la enfermedad, aprendí muchas cosas. Y ahora es empezar de cero", confiesa el jarocho. "Llegas al profesionalismo siendo alguien, pero luego comienza algo nuevo. Y hoy yo lo tomo así. Lo que quedó atrás, está en el pasado. Ahora comienza una carrera totalmente nueva. Quiero tomar las cosas con calma. Quiero estar sin presión. Y la meta a corto plazo es terminar el año entre los 300 mejores del mundo".

Para ello, Ramírez y Zepeda planean viajar juntos a una gira europea, cuando David termine con sus compromisos en Abismo de Pasión. Serán dos o tres meses de competencia en el Viejo Continente. Cada uno pondrá de su parte para que la mancuerna siga dando resultados. "Es un poco complicado pagarle una gira a dos personas. Él pierde dinero cuando está conmigo, pero lo hace de todo corazón", dice César. "De alguna manera esto me ayuda en mi carrera actoral, porque me desconcentra un poquito de eso. Mi carrera es mi pasión y el tenis es un deporte que amo. Me gusta combinarlo. Me des-estreso, salgo de las rutinas de las grabaciones", agrega David, quien espera aprovechar el periplo europeo para quedarse estudiando actuación en España.

Por lo pronto, a partir de este martes volverán a estar juntos como tenista y coach en el Future de Celaya. Y esperan repetir el festejo final. "Yo sé que David no siempre puede estar conmigo porque está grabando. Pero esta semana me acompañó durante todo el torneo. Y aquí están los frutos de ello", dice César, con el trofeo de campeón en sus manos.