La lucha por el título del Clausura 2012, una batalla que promete emociones, un gran compromiso de los jugadores, virtudes técnicas y físicas y también, hay que decirlo, un pronóstico reservado en cuanto a quien será el que levante la copa el próximo domingo. La afición parece reclamar una tendencia, pero ni siquiera eso parece simple de descifrar en esta combinación. Lo único que podemos prometer, de acuerdo a las estadísticas y a los antecedentes, es que sobrara el espectáculo.
LOS ANGELES, California -- Hugo Sánchez, Tomás Boy, Enrique Meza, Alberto García Aspe y hasta la cancha de Chivas, pero alguien tiene que levantar la voz y decirle que la final del futbol mexicano comienza este jueves por la noche, que cuenta con dos grandes equipos de futbol, con plantillas plagadas de estrellas, con un entrenador que lo ha ganado todo y con otro que propone un futbol ofensivo y espectacular además de dos aficiones totalmente entregadas a la pasión.
La final parece tenerlo todo, lo tiene todo, menos el impulso mediático de que necesitaría y merecería gozar.
Monterrey y Santos comienzan la lucha por el título del Clausura 2012, una batalla que promete emociones, un gran compromiso de los jugadores, virtudes técnicas y físicas y también, hay que decirlo, un pronóstico reservado en cuanto a quien será el que levante la copa el próximo domingo.
La afición parece reclamar un favorito, pero ni siquiera eso parece simple de descifrar en esta combinación.
Rayados tiene un equipo espectacular, completo, profundo. "El mejor equipo que he tenido en mis manos", confiesa el entrenador Víctor Manuel Vucetich, cuyo palmarés exhibe un dominio abrumador cuanto llega a las finales (12 de 12), cifras que incluyen tres finales donde ha vencido al Santos.
Suazo, De Nigris, "Chelito", Ayovi, Cardozo, Luis Pérez, un equipo redondo y poderoso por donde se le busque.
Pero lo que está enfrente no permitirá un "día de campo" para el Monterrey.
Santos se ganó con creces la reputación de un cuadro ofensivo y espectacular, un equipo que no se guarda nada, "que mata a hierro y muere a hierro" y que en algunas partes de su alineación no le envidia absolutamente demasiado a su rival de esta final.
Benjamín Galindo busca su primer título después de algunos intentos infructuosos, pero esa es, irónicamente, la misma historia que ha acompañado al Santos de la última época. Una cancha que empieza con Oswaldo Sánchez y que cuenta con futbolistas de la capacidad técnica e intelectual de Daniel Ludueña, de Carlos Darwin Quintero y Oribe Peralta.
Tenemos todo... Buenos equipos, jugadores de gran capacidad, entrenadores inteligentes, directivas y organizaciones, dos grandes aficiones, síntomas para ilusionarnos por los 180 minutos o más que pueden brindarnos los dos equipos.
¿Quién es el favorito? ¿Monterrey o Santos? No hay forma de saberlo. Es una final de pronóstico reservado.