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La hora de la verdad

BUENOS AIRES -- Sin grandes sorpresas en el cuadro, los favoritos llegaron a las semifinales en Roland Garros, el segundo Grand Slam del año.

El número uno del mundo, Novak Djokovic, volvió a meterse entre los mejores cuatro jugadores en un Major luego de levantar dos partidos impresionantes. Primero en octavos de final contra el italiano Andreas Seppi, que le ganó los primeros dos sets. Y luego en cuartos tuvo que levantar cuatro puntos de partido contra el francés Jo-Wilfried Tsonga, para luego imponerse por 6-1 en el quinto set demostrando nuevamente un nivel impresionante en sus tiros.

Luego de este gran desgaste el físico de Nole quedó en deuda, pero la confianza de estas remontadas puede jugar a su favor en los próximos partidos. Para el duelo de semifinales contra el suizo Roger Federer, el serbio necesita reencontrarse con su mejor nivel.

Por su parte, Federer tuvo momentos de gran tenis pero también con mostró ciertas intermitencias en algunos partidos. En cuartos de final levantó un partido histórico frente al argentino Juan Martín del Potro. Luego de estar 0-2, se impuso por 6-2, 6-0 y 6-3 demostrando una gran fortaleza mental y un espectacular repertorio de golpes que solo el gran Roger puede desplegar.

En la semifinal tendrá que estar muy sólido con su servicio, y sin dudas buscará el control de los puntos desde el fondo de la cancha con su drive, y cambiará mucho los efectos con su revés.

El español Rafael Nadal, número 2 del mundo y defensor del título, llega de manera contundente a estas semifinales basándose en tres aspectos clave: potencia, velocidad y concentración. Con el agregado de mayor velocidad en sus derechas y la mejora en su servicio, no dio tregua a sus rivales vapuleándolos en sets corridos.

Tras ganar los 15 sets disputados en el torneo, Rafa llega totalmente entero físicamente, siendo el claro favorito en la semifinal contra David Ferrer y el gran candidato al título.

En el camino a su primera semifinal en el polvo parisino, Ferrer se manejó con comodidad hasta que alcanzó los cuartos de final, donde cedió su primer set del torneo contra el británico Andy Murray. En un partido jugado con gran intensidad desde el fondo de la cancha, el español tuvo que desplegar su mejor tenis, tanto en ataque como en defensa, para poder contrarrestar con su solidez los cambios de ritmo del escocés.

Los puntos altos del tenista de Javea fueron su impresionante velocidad de piernas, una buen porcentaje de primeros saques y un revés muy efectivo que mejoró mucho en ataque. Otro de los factores positivos de Ferrer, que siempre fiel a su juego buscó ponerse de derecha en cada situación posible para ejercer presión y generar espacios, fue que no se apresuró en los puntos y siempre estuvo mentalizado a jugar una bola más.

Sin dudas, Nadal y Ferrer darán un espectáculo digno de dos especialistas en polvo de ladrillo, un partido donde la garra y el coraje se podrá respirar desde las pantallas.