BUENOS AIRES -- El fútbol es una caja de sorpresas por sí solo. Y encima está el hombre para pergeñar absurdos reglamentos que hacen que cualquier combinación pueda ser posible.
¿Alguien se imagina, por ejemplo, que un club podría llegar a jugar un torneo reducido de seis equipos para determinar al campeón y al mismo tiempo debería disputar un triangular para decidir si se salva del descenso directo o de la Promoción? Bueno, esto es posible en el maravilloso fútbol argentino.
Veamos el caso de Tigre, para ir directamente a los números.
Supongamos que el equipo de Arruabarrena empata con Vélez y con Independiente en las próximas dos fechas y llega a 34 puntos en la lucha por el título y a 1,254 de promedio.
Supongamos que Boca empata con Arsenal y pierde con All Boys y llega a 34 puntos.
Supongamos que Arsenal empata con Boca y empata con Belgrano y llega a los 34 puntos.
Supongamos que Newell's consigue tres puntos en alguno de sus partidos ante San Martín de San Juan y Lanús (gana uno y pierde otro) y llega a los 34 puntos.
Supongamos que Vélez empata con Tigre y le gana a Racing y llega a los 34 puntos.
Supongamos que All Boys empata con Argentinos Juniors y le gana a Boca y llega a los 34 puntos.
Supongamos San Lorenzo obtiene cuatro puntos ante Independiente y San Martín de San Juan (gana uno y empata otro) y llega a 1,254 de promedio.
Supongamos que Banfield obtiene un punto ante Belgrano y Colón (empata uno y pierde otro) y llega a 1,254 de promedio.
Si todas estas combinaciones de resultados de dan, Tigre se encontraría ante un hecho histórico: debería afrontar un torneo reducido de seis equipos para determinar al campeón y un triangular para decidir el descenso directo o ingreso a Promoción (si Rafaela obtiene 4 puntos y San Martín 3) o para jugar o no la Promoción (si Rafaela obtiene 3 o menos puntos y si San Juan obtiene 2 o menos puntos).
Ridículo, ¿no?
Pero posible.
Esto sirve para desmantelar cualquier defensa del absurdo promedio del descenso.