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Evolución forzada (Parte 2)

Dwyane Wade sabe que hoy en día el líder del Heat es LeBron James Derick E. Hingle/US Presswire

NEW YORK -- Ha sido una temporada desafiante para Dwyane Wade. Como el arquitecto del tridente floridano, Wade entendía que él tendría que sacrificar más que nadie. Ya tenía su anillo de campeón - Chris y LeBron buscaban su primero. Pero ahora que se han repartido los papeles y funciones, Wade se ajusta a no llevar la voz cantante en el equipo.

"Fue una decisión difícil", nos comenta Wade. "Tuve tiempo para reflexionar y pensar. Me di cuenta por qué competimos y para qué compito. LeBron es el jugador más talentoso que hemos visto últimamente, pero ¿cuán bueno puede ser este equipo? ¿Alcanzaremos nuestro más alto nivel si él y yo anotamos 27 puntos por noche? Sí, seremos un buen equipo, pero todo sería un 'te toca tirar a ti, me toca tirar a mí'.Quería darle la oportunidad a LeBron de no tener que pensar de esa manera. Le dije: 'Hallaré mi camino. De mí no te preocupes. Siempre estaré presente. Asegúrate de salir a la cancha a ser el jugador que queremos que seas'".

No se puede debatir el sacrificio de Wade, pero en el contexto de su edad y merma en capacidad física y rendimiento, quizás decidió pasar a un segundo plano porque ya no era capaz de contribuir a ese exaltadísimo nivel todas las noches. En estas Finales de NBA, ante un equipo que anota con la facilidad que respira, se requerirá el Wade de antaño, o al menos un Wade evolucionado que mejore el nivel de todos sus compañeros, no sólo el de James.

Los ajustes que tiene que hacer un tirador empedernido que comienza a perder sus facultades atléticas es ser un poco más juicioso en sus penetraciones y más certero en sus tiros a distancia. La puntería a media y larga distancia es la destreza que más ha perdido Wade. Los defensas contrarios retroceden unos centímetros más, porque saben que el tiro de triple de Dwyane está roto, perdido. Prefieren evitar la penetración. Wade sabe que para anotar necesita penetrar, precisamente lo que la defensiva contraria está más dispuesta a negarle. En el primer partido vimos a un Wade eficaz en ese sentido, penetrando y pasándole el balón a tripleros tras la medialuna.

Pero Wade tiene que ser aún más mañoso y sorprender a las defensivas que no esperan un corte al aro decidido, de una posición casi estática. Russell Westbrook lo demostró anoche - por momentos parecía el Wade de antaño.

El triple es el arma que Wade requerirá de ahora en adelante, pero no podrá adquirir ese tiro confiable en medio de esta serie. Manu Ginobili le ha sacado provecho a perfeccionar ese tiro, porque estira las defensivas contrarias al máximo y le abre la cancha a sus penetraciones y a las de sus compañeros. Existe otro tiro en el arsenal de Wade que apenas usó en dos ocasiones en el primer partido de Finales ante el Thunder y que podría ser a lo que Spoelstra hacía alusión en su conferencia de prensa: el juego de poste bajo.

A inicios del 2011, señaló Kevin Arnovitz de ESPN, Wade practicaba contra Jerry Stackhouse, su compañero de equipo entonces y un veterano que extendió su carrera con el juego de poste bajo. En el 2010-11, el 5.9% de las posesiones de Wade eran en el poste bajo y medio. Esta temporada regular, el porcentaje de sus posesiones en las que se colocaba en el poste bajo o medio se duplicó a un 12.3%. En el primer partido, lo desplegó en dos ocasiones, infructuosamente, ante James Harden. Cuando lo abandone Thabo Sefolosha a marcar a James o a otros, Wade tiene que aprovechar esos momentos para castigar con ese tipo de tiro al Thunder.

"Llegará el día'', vaticinó Wade. "Llegará el Dios Cronos, tocará la puerta y me dará un par de golpes en el hombro".

"Pero todavía no", añadió Wade.

Seremos testigos de su reacción en el segundo partido de estas Finales, crucial para las aspiraciones de su equipo y para concretar su visión de una dinastía en el sur de la Florida.