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La despedida del país

BUENOS AIRES -- Es hora de despedirse del país. Y en cada momento que se acerca el gran día del debut en Londres, crece el nerviosismo. A pesar de que ya viví la experiencia de dos Juegos Olímpicos, es hermoso pensar que tendré la oportunidad de estar por tercera vez en una Villa Olímpica. Lo vivo con mucha alegría y ojalá que los resultados acompañen para poder disfrutarlo como corresponde.

En estos días se definió el plantel. Se dieron los cortes que más o menos se podían pensar en la previa. Facundo Campazzo tuvo una gran temporada en Peñarol, un año excelente. Nos da energía y revoluciona el juego. Marcos Mata tiene poder reboteador y defensivo. Los dos aportan agresividad y juventud, dos facetas que nos hacen falta.

Para Nicolás Laprovíttola es un momento difícil. Pero es un chico joven y tendrá muchos años de Selección. Desde este espacio quiero reconocerlo y desearle lo mejor. Paolo Quinteros es un amigo que me han dado los años de estar en la Selección. Hemos construido una linda relación y me dolió muchísimo su corte. Son decisiones de los entrenadores y momentos por los que hay que pasar.

El nivel que mostraron Paolo y Nico en los amistosos fue muy bueno, pero me parece que a Julio no le influyó tanto eso. Él tenía una idea de equipo pensada, estuvo viendo a los jugadores durante toda la temporada.

Tengo muy presente el recuerdo de los cortes que hizo Rubén Magnano para Atenas 2004. A mí me dolió mucho que quedaran afuera el Toro Palladino y Lucas Victoriano, que eran parte fundamental del grupo. En ese momento Rubén se decidió por Walter Herrmann y Carlitos Delfino. Lamentablemente alguien tiene que quedarse afuera y cada entrenador sabe por qué elige a cada jugador.

Se viene la última etapa de la preparación, en España. Tendremos dos rivales muy fuertes como España y Estados Unidos. Siempre que jugamos amistosos en Europa nos va mal, pero nos sirve para ajustar las tuercas donde hace falta y llegar en buen nivel a la competencia. Estos partidos nos van a servir mucho, independientemente de los resultados, que no deben volvernos locos. Ya en el último juego contra Brasil mostramos buenos momentos, excepto cuando se nos salió un poco la cadena. Haber perdido no es relevante en este momento.

Ya que hablé de España, hago un párrafo aparte para comentarles que ya tengo un acuerdo verbal con Baskonia para continuar por una temporada más. En Madrid definiremos todo para firmar el contrato. Estoy feliz por seguir en Vitoria, un lugar donde me siento muy cómodo. Es una gran oportunidad porque tendré protagonismo. Estoy contento, aunque me va a faltar Pablo Prigioni, quien había sido muy importante para que yo decidiera regresar al Baskonia.

Tengo sensaciones mezcladas porque me hubiera gustado seguir jugando con él, pero al mismo tiempo me alegra que él haya dado el salto a la NBA. Es un salto que tendría que haber dado hace años. Es un base NBA que estuvo muchos años jugando en Europa y ahora lo hará en el lugar que le corresponde.

En estos momentos, mientras estamos rumbo al aeropuerto de Ezeiza, se vive un clima de euforia en el colectivo. Se respira compañerismo, amistad. Mucha gente se acercó para despedirnos y eso hace aumentar la ilusión. Se me sigue poniendo la piel de gallina con el apoyo excepcional de la gente. Y eso que a veces resulta más intenso que lo que uno quisiera. Pero está bien. Lo recibimos con ganas.

En este viaje en micro todavía no está la música del equipo definida para este torneo. Eso lo prepararemos en España y se terminará de definir en Londres. Es muy importante conocer la distancia y el tiempo de viaje de la Villa al estadio para armar la lista de temas. Está claro que los primeros en elegir somos los que tenemos más historia en el equipo. Va a ser difícil que haya lugar para que los nuevos incluyan algún tema por dos razones: primero porque puede que no alcance el tiempo y segundo porque seguramente quieran meter algo de marcha y ese no es el estilo musical que genera la motivación en este grupo.

Para viajar nos vestimos, una vez más, de traje. Ya es costumbre que la ropa nos haya llegado sobre la hora del viaje y hubo que vestirse apurados para la última conferencia de prensa en el país. Con esta vestimenta con la que todos estamos muy lindos, Facu parece más cortito de lo que es y tiene más pinta de mozo que de basquetbolista. Les dejo la imagen para que lo comprueben.

Y para despedirme, justamente refiriéndome a las imágenes, quiero saludar a Marcelo Figueras. Para los que no lo conocen es el fotógrafo que nos ha acompañado durante toda nuestra historia y esta vez no estará con nosotros porque anunció su retiro. Quiero decirle que lo vamos a extrañar y que lo quiero mucho. Le agradecemos todos estos años que compartimos.

Les mando un abrazo, agradezco su apoyo como siempre y seguimos en contacto desde Londres.