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Las inevitables comparaciones

Ni bien Rory McIlroy sacaba suficiente ventaja en la ronda final del PGA Championship, asegurando su victoria en Kiawah, comenzaban las comparaciones con Tiger Woods.

En parte es porque este joven de Irlanda del Norte, de 23 años de edad, estaba por lograr su segundo major siendo cuatro meses más joven que Tiger cuando éste ganó su segundo grande.

Y porque al ganar por ocho golpes, tal cual lo hiciera en el U.S. Open en Congressional un año atrás, volvía a demostrar que cuando está inspirado, el resto juega por el segundo lugar.

Luego de ese triunfo en el U.S. Open de 2011, Rory jugó cinco Mayors:

2011
British Open: E-25
PGA Championship: E-64

2012
Masters: E-40
U.S. Open: No pasó el corte
British Open: E-60

Consecuentemente, aprendió que ganar no es fácil, y que, aunque todos los "expertos" lo quieran comparar con Jack Nicklaus o Tiger Woods, jugar bien bajo la expectativa de todos y de uno mismo no es fácil, es un arte que el propio Tiger está tratando de recuperar.

"Es difícil saber si Rory es un jugador del calibre de Tiger", dijo McDowell. "Tiger Woods es un tipo de jugador que aparece una vez en la vida. Rory es, por lo menos, un fenómeno que aparece cada diez años".

Hasta donde llegará Rory McIlroy solo el tiempo dirá. Por ahora puede respirar hondo y disfrutar esta gran victoria en el último major del año y sumar su nombre al de Bubba Watson (Masters), Webb Simpson (U.S. Open) y Ernie Els (British Open).

Respecto a Tiger Woods, otro año pasa sin poder ganar uno de los cuatro grandes. Tiger cumplirá 37 años en diciembre y cronológicamente todavía tiene mucho tiempo más. Pero volver a ganar ha probado ser más complicado de lo que todos pensábamos, y sin embargo no podemos apostar contra él.

El 2013 traerá nuevas esperanzas y nuevos desafíos. La era post Tiger sigue tomando cuerpo y color. La cuenta hacia Augusta National comienza hoy.