La mayoría de los pronósticos leen de la misma manera: Heat vs. Thunder, o Heat vs. Lakers. Así de simple luce ser el panorama titular para la campaña de la NBA.
El campeón Miami abrirá como un claro favorito para dominar la Conferencia del Este y avanzar a su tercera final consecutiva, donde se supone -según los expertos- que tenga como oponente a Oklahoma City o Los Angeles, quienes apuntan a competir por el liderazgo del Oeste. Eso nos brindaría la oportunidad de presenciar un segundo asalto en la rivalidad entre LeBron James y Kevin Durant, o el tan anhelado choque por el campeonato entre James y Kobe Bryant.
De cualquier forma, la NBA gana.
Eso no quiere decir que los otros 27 equipos se van quitar y conceder la corona, aún cuando la historia los desfavorece. Ocho equipos se han combinado para ganar los pasados 29 campeonatos (18 en MLB, 15 en la NFL), y aunque todavía no se escucha el silbato inicial, de antemano podemos eliminar a gran parte de los quintetos que no se encuentran al nivel de los favoritos... así de cruel es el negocio.
Esa lista de equipos sobresalientes luce ser limitada, especialmente en el Este, donde el Heat no parece tener competencia gracias a una plantilla que en papel supera a la que despachó al Thunder en cinco juegos para capturar el segundo campeonato en su historia. Con LeBron James firmemente establecido como el mejor canastero en el planeta -y la versatilidad la norma del equipo de Erik Spoelstra- Miami luce como una línea para defender su campeonato en la final.
Sacando las posibles lesiones de la ecuación, veamos a los quintetos con mejores oportunidades para tumbar al Heat del tope del Este, sin contar a unos Chicago Bulls que apuntan a encontrar su mejor forma en la segunda parte de la temporada con el regreso de Derrick Rose.
Para ellos y el resto de los que abren como pretendientes pero anhelan ser contendientes, soñar no cuesta nada.
Luego hablaremos del salvaje Oeste, donde típicamente la profundidad es mayor y el camino más riguroso para los favoritos.
NEW YORK KNICKS
Carmelo Anthony y compañía ya no tienen excusas; los Knicks por fin tienen sus planetas en orden para competir seriamente por el campeonato de la conferencia, de cara a una temporada que los verá batallar en dos frentes. De todos los que sueñan con destronar al Heat, Nueva York podría tener la mejor oportunidad. Quien lo diría.
La montaña rusa de emociones que vivió la franquicia desde febrero de 2011 con la adquisición de Anthony, el conflicto laboral que paralizó la liga, la 'Lin-sanidad' de Jeremy Lin, el despido de Mike D'Antony, más un récord de 1-8 en la postemporada, debe rendir frutos este año con un título divisional que los coloque en ruta a una colisión con Miami.
Los Knicks atraviesan por su primer campamento completo bajo el tutelaje de Mike Woodson, quien busca establecer el tipo de defensa de equipo necesaria para frenar a James, Dwyane Wade y sus secuaces en Miami. La pintura en específico debe ser un área fuerte para los de la 'Gran Manzana'.
Más que nada, la pretemporada funciona para que Anthony (23,9 ppj) y Amar'e Stoudemire (17,5 ppj) encuentren la química perfecta en el lado ofensivo de la cancha, donde la repartición de juego de los armadores Raymond Felton, Jason Kidd y el argentino Pablo Prigioni es crucial.
Anthony tiene mucha presión en sus hombros este año, mirando desde abajo a sus compañeros de clase James, Wade y Chris Bosh cómodos en el trono de la NBA. El alero está en su mejor condición y luce listo para liderar a unos Knicks que deben dar un gran salto en la tabla de posiciones mientras luchan por mantener su estatus como el equipo número uno en Nueva York.
BOSTON CELTICS
Los eternos rivales de James regresan una vez más para tratar de hacerle la vida imposible al 'Rey' y sus compañeros.
A pesar del mal sabor de la salida de Ray Allen a Miami, Boston tiene 'Tres Grandes' en sitio para liderar una plantilla que dependerá más de jugadores jóvenes como Jeff Green, Avery Bradley (cuando esté saludable) y el novato Jared Sullinger, entre otros.
Jason Terry (15,1 ppj con Dallas) debe sustituir la ofensiva de Allen, mientras que Paul Pierce (19,4 ppj, 5,2 rpj, 4,5 apj) sigue siendo de los canasteros más completos en la NBA. El centro Kevin Garnett (15,8 ppj, 8,2 rpj) y el armador Rajon Rondo dominarían sus pareos individuales con los de Miami (quiero ver más de Bosh como centro), aunque necesitan ayuda en general para superar al campeón en una serie de siete juegos.
Doc Rivers sabe que no será tarea fácil para su veterana escuadra alcanzar una tercera final en seis años, pero la motivación y la cría de sus guerreros no puede ser subestimada. Rondo (11,9 ppj, 11,7 apj) en específico será un placer para observar y seguir, tratando de defender su posición como el mejor armador en el Este contra Deron Williams.
INDIANA PACERS/BROOKLYN NETS
Hago trampa con los Pacers y Nets por la presencia de sus respectivos centros, Roy Hibbert y Brook Lopez, canasteros jóvenes capaces de marcar la diferencia si desarrollan distintas áreas de sus juegos.
Indiana le jugó fuerte a Miami en la postemporada pasada, y un año más de experiencia les viene como anillo al dedo. Sin embargo, es Hibbert (12,8 ppj, 8,8 rpj, 2,0 bpj) quien tiene que dar el paso más significativo luego de la inversión de $58 millones que la franquicia hizo en él. El pívot de 25 años de edad viene de ser escogido a su primer Juego de Estrellas, pero necesita establecerse como una fuerza real para convertirse en la cara de un joven equipo que carece de una.
Los Nets, por su parte, se conformaron con Lopez (17,4 ppj y 7,5 rpj en su carrera) luego de fallar en sus intentos por adquirir a Dwight Howard, apostando más de $60 millones a que el fino jugador ofensivo de 24 años encuentre malicia debajo de los tableros y en el lado defensivo para alcanzar un nivel más alto en su juego.
Aunque no tan profundos, Brooklyn tiene uno de los mejores cuadros titulares en la NBA, con balance en su ataque de afuera y adentro. Deben ser uno de los equipos más mejorados este año, mientras batallan con los Knicks por supremacía en Nueva York y en la División Atlántico, junto a los Celtics.
Con Williams (21,0 ppj, 8,7 apj) como jugador franquicia y enfocado en regresar al tope de la lista de los mejores armadores, los Nets podrían aprovechar sus fortalezas en las posiciones uno y cinco para darle competencia a Miami, aunque necesitarían más producción del gemelo de Robin para sobrevivir la corte del 'Rey'.