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River es tan mediocre como el torneo

BUENOS AIRES -- Para muchos ganar el campeonato siempre fue una utopía, un pensamiento más bien vinculado con la historia que con el errático presente. Debo reconocer que alguna vez fui en contra de esa corriente, que la conjetura sobre un torneo mediocre me hizo perder la real dimensión de las cosas. Y los hechos demostraron que la lectura fue equivocada.

Para ser bien concreto, River es tanto o más mediocre que el resto. O si usted quiere mitigar el impacto y que el golpe con la realidad no sea tan duro: no es tan efectivo. Si no póngale que es vulnerable, o como quiera rotularlo, esto apunta a mostrar que el Millo no le escapa a la pobreza general, que aquella utopía de pelear por el título, que muchos querían abrazar, no fue más que eso, una fantasía. Si se encuentra dentro del lote de los soñadores, ponga los pies sobre la tierra y agarre la calculadora. Empiece a hacer números porque a River se le viene una semana decisiva. Tras la cual podrá despegar, sentirse más aliviado con el tema del descenso, o quizás tendrá que desempolvar, obligadamente, traumáticos recuerdos de un pasado bien cercano.

El empate en Floresta no le permitió escaparse de Quilmes, que igualó también, pero con Colón. Entonces, esa puja mano a mano entre los equipos recién ascendidos lo sigue teniendo a River apenas un punto por encima del Cervecero. Y, como fue señalado en el comienzo, con una semana por delante en la cual no podrá volver a cometer los errores que lo inhibieron de pelear arriba.

Cualquiera estaría tentado de decir que tiene tres enfrentamiento accesibles, dos de ellos en el Monumental. Pero es justamente la irregularidad del Millo la que invita a la mesura. En casa, donde apenas derrotó a Godoy Cruz en lo que va del certamen, tendrá a Unión (que aún no sabe lo que es paladear una victoria), y Argentinos, que se quedó sin entrenador tras la renuncia de Leonardo Astrada. En el medio, entre semana, tendrá que viajar a Rafaela. Si se quiere, todos son rivales directos en la tabla del descenso. Y de hecho será una inmejorable ocasión para posicionarse sólidamente en la tabla de los promedios porque Quilmes tiene ante sí un fixture que, a priori, es demoledor. Aunque claro, en este fútbol establecer cualquier pronóstico es arriesgado, pero enfrentar en fila a Newell's, Vélez y Racing, no aparece como una empresa sencilla.

Ahora bien, para que la ilusión no vuelva a convertirse en pesadilla, River tendrá que dar un golpe de timón en lo futbolístico. Enderezar el rumbo, encontrar un camino, un estilo que sea eficaz. Y ganar, algo que no consigue hace tres fechas y necesita como el agua. Es el momento para que le escape a las tan temidas sombras que lo acecharon no hace mucho tiempo atrás. Para transitar los días que le quedan en la temporada sin tanta angustia. Tiene con qué conseguirlo, aunque deberá hacer algo que hasta el momento no consiguió: ganar al menos tres compromisos en forma consecutiva. ¿Suena muy presuntuoso? Quizás, pero es lo que el Millo necesita para esta tranquilo.