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La normalidad en el futbol de hoy

Bayern Munich, donde el futbol es algo cotidiano ESPN

Este día Valencia recibe al Bayern de Munich en la 5ta fecha de la fase de grupos de la UEFA Champions League. El ganador, si lo hay, clasificaría a los octavos de final del torneo. Recientemente estuve en la ciudad deportiva del Bayern de Munich, un lugar a donde se respiran aires de normalidad en una era en la que el futbol tiende a alejarse de la gente.

No ha perdido la sensación de ser un centro de entrenamiento como lo habría sido décadas atrás. Remodelado en algunas áreas para adecuarse a las necesidades de estos tiempos, el centro de entrenamiento del Bayern de Munich mantiene aún la calidez de épocas en las que el fútbol era aún cercano a la gente. Para el Bayern lo sigue siendo. En esta fría mañana de entrenamientos el equipo de Jupp Heynckes entrena en el campo principal, el más cercano a la puerta de acceso. Puerta que permanece abierta incluso para los entrenamientos del primer equipo. Cientos de aficionados pasaron por esas puertas, ataviados algunos de los tradicionales "lederhosen". Los pantalones de cuero típicos de Baviera.

Rodeando la cancha se van acomodando para el entrenamiento. Empieza la salida de los jugadores que hacen el corto camino, unos 10 metros pasando entre una sala de estar y una mesa de ping-pong ubicadas entre el edificio que alberga el vestuario y el campo. El público, joven en su mayoría, los recibe con un cálido aplauso y nada más. Máximo respeto para que el plantel entrene sin distracción alguna. Los aficionados al Bayern llegan a la práctica y lo ven como algo cotidiano. Es que el equipo en muy pocas ocasiones cierra la puerta a su campo de entrenamiento. Esta condición de "equipo del pueblo" hace que la realidad se aparte por un momento.

El ambiente familiar de esta sesión de entrenamiento no es el que uno esperaría del último finalista de la UEFA Champions League o del cuarto equipo con mayor cantidad de ingresos en el mundo del fútbol. Recientemente el Bayern Munich AG Group anunció ingresos por €374 millones (unos US$478 millones) durante la última temporada. Además de ganancias en el ejercicio de €11 millones (US$14 millones). "El club nunca ha estado en mejor posición financiera" dijo en el anuncio su director de finanzas Karl Hopfner. Bayern reporta ganancias por vigésimo año consecutivo. En lo deportivo este Bayern intenta dejar huella.

En la cruel actualidad en la que el fútbol sitúa hoy en día a los perdedores única y exclusivamente en función de sus resultados en un partido, el Bayern es un perdedor. Pero esto no se lo digan a estos hinchas que colmaron la práctica a la que asistí hace unas semanas. Ni tampoco se lo digan al peruano Claudio Pizarro, con quien me senté a charlar. Ellos no se han enterado que por perder la Bundesliga ante el Borussia Dortmund por 8 puntos de diferencia, mismo rival que los dejó sin la Copa Alemana al perder con ellos la final 5 a 2, así los consideran. Perder la final de UEFA Champions League ante el Chelsea, además que fue disputada en Munich tampoco sería motivo para hacerle creer al Bayern que es un equipo perdedor.

Pizarro regresó al Bayern esta temporada. Estuvo en el Allianz Arena para esa derrota por penales ante el Chelsea. "La ciudad estaba deprimida. Como nunca antes la vi. Pero regresé a este equipo porque es un club ganador". La mentalidad del equipo pasa por competir para ganar. En el juego se refleja. Si el fútbol tiene tres resultados, muy rara vez el Bayern juega para merecer otro que no sea el triunfo. Más en esta temporada en la que llegan como líderes de la Bundesliga a un Mestalla que en el que nunca han ganado en tres visitas anteriores.

La llegada de Javi Martínez, por €40 millones el fichaje más caro en la historia de la Bundesliga, ha fortalecido al equipo de Heynckes. Baluarte en la transformación del vestuario. El técnico ayudó para que se diera vuelta rápido a la página llena de malos resultados. Lo hace con una comunicación directa con el jugador. Estableciendo claramente los parámetros de trabajo y las obligaciones de cada quien. Así permite que convivan en el mismo equipo ambiciones personales que en otros casos han chocado permanentemente con las altas jerarquías.

En el Bayern los altos mandatarios bajan al vestuario con propiedad porque fueron parte de ese vestuario. Cruzaron el camino hasta el campo de entrenamiento, entre esa sala de estar y la mesa de ping-pong. Franz Beckenbauer, Uli Hoeneßß, Karl Heinz Rummenigge forman parte de la directiva del club y de la vida cotidiana de sus instalaciones. Por donde el tiempo apenas pasa. Adonde la regularidad es la apertura de sus puertas y la cercanía con su gente. Adonde el fútbol es menos tóxico. Un lugar normal que en el fútbol de hoy, es lo más anormal que existe. Adonde se pueden perder partidos de fútbol, pero no mentalidades ganadoras.