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Dramatismo en los playoffs

BRISTOL -- Ninguna película se puede comparar al nivel de lo que vimos en los partidos de postemporada de la NFL este fin de semana, al menos en los duelos entre los Denver Broncos contra los Baltimore Ravens y los Atlanta Falcons contra los Seattle Seahawks.

Broncos y Ravens nos dieron un formidable partido con todos los ingredientes que se le pueden poner a un encuentro de fútbol americano. Estadio abierto, pasto natural, tremendo frío (con la sensación térmica, la temperatura era de -18° C), Peyton Manning de un lado tratando de llevar a su segundo equipo a una Final de Conferencia, y Ray Lewis con el envión de motivación que ha sido para su equipo.

Baltimore logró extender por una semana más la vida profesional de Ray Lewis y lo hizo con su defensiva, que al final interceptó a Peyton Manning, después de seis períodos jugados. Manning comete un error, pero sería injusto cargarle la culpa de lo que todo el equipo dejó de hacer. Los Ravens tuvieron la capacidad de moverle el balón a una buena defensiva y fueron agresivos al poner el balón en el aire.

Es imperdonable que a un nivel de la NFL, con 35 segundos en el reloj, le empaten de esa forma a Denver. La defensiva que tenían los Broncos en esa situación contaba con tres safeties cubriendo la zona profunda del campo. De hecho, eran siete backs defensivos, un apoyador y tres linieros (mismos que presionan). Baltimore no tenía tiempos fuera y necesitaban de una anotación para empatar.

El balón estaba colocado en la yarda 30 de Ravens, pero Flacco lanza desde la 25. Jacoby Jones atrapa el pase en la 20 de Denver, es decir el balón viaja 55 yardas en el aire. Tony Carter es el esquinero que cubre a Jones, y Rahim Moore el safety que cubría la zona profunda de ese tercio del campo. Carter duda en cubrir una trayectoria corta (a la altura del medio campo) que no tenía que cubrir y se deja rebasar por Jones. Moore hace un PÉSIMO ángulo en su cobertura en diagonal. Termina con los hombres de frente en lugar de llevar los hombros apuntando hacia la línea lateral. Incluso, al pasar el balón, Moore termina en el césped perdiendo toda la vertical, lo que habla de su mal ángulo de cobertura.

Por eso digo, es imperdonable que con esa defensiva, con siete hombres cubriendo pase, con un balón que viaja 55 yardas, completen el envío para touchdown. Errores de la defensiva, errores de Manning, errores del equipo entero. Pierden todos y Denver está fuera. Para Baltimore, se dio el milagro en Denver, ahora buscarán uno más en New England.

Atlanta y Seattle dieron un partido igual de emocionante. Los Seahawks jamás dejaron de luchar y de buscar estar en el marcador, y lograron un regreso impresionante. Sin embargo, en la victoria, Atlanta debe analizar que el triunfo se consigue a pesar de un mal manejo de juego en los minutos finales.

Cuando Seattle logra ponerse en el marcador 21-27 con 9:13, Atlanta viene con una ofensiva de tres jugadas, tres yardas donde sólo consumen 1:50. De hecho, la ofensiva la abren con un pase. Más adelante, tendrían una vez más el balón y el resultado fue casi el mismo. En resumen, en dos series ofensivas antes de ponerse abajo, sumaron 7 jugadas, 17 yardas y 4:22 minutos, en ambas despejaron.

Es obvio que los Falcons habían entrado en un estado de pánico y buscaban una jugada que cambiara el momento en su favor en lugar de tomar las cosas con calma y de mantener el balón en su poder, ya que no necesitaban de una anotación, simplemente de yardas y consumir el reloj de juego.

Después del gol de campo viene otra mala decisión, que a diferencia de la situación anterior, aquí es una mala ejecución del pateador. Lógico que Atlanta no buscaba una patada corta, pero al no ejecutarla bien, le abrieron la oportunidad a Seattle. Para los que cuestionan la decisión de Pete Carroll de no patear gol de campo en lugar de ir por el pase a la zona de anotación en la última jugada, les recuerdo, Ryan Longwell fue contratado en la semana y no había jugado en todo el año, su gol de campo más largo es de 55 yardas, su último gol de campo de más de 50 yardas fue en Octubre de 2011 y nadie ha metido uno de más de 63 yardas en la NFL; este era de 65.

De los otros dos juegos poco que agregar, New England demuestra por qué es el mejor de la NFL y por qué se logra separar del resto de los equipos en las últimas temporadas: porque sabe cómo jugar estos partido de playoffs. Su ejecución es muy buena dentro del campo.

San Francisco tiene en Colin Kaepernick alguien que le da una profundidad a la ofensiva que con Alex Smith no la tenían. La peligrosidad de correr y pasar, no sólo correr por correr, sino saber hacerlo en el momento adecuado, de pasar sobre la carrera y armas para atacar, además de una gran defensiva, hacen a San Francisco muy completo.

Veremos qué deparan las Finales de Conferencia, pero de algo estoy seguro: en la NFL, en los playoffs, todo puede pasar y nadie se lo debe perder.