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Guardiola y Bayern, ¿el eslabón perdido?

LOS ÁNGELES -- Pep Guardiola eligió las espinas, tras los tiempos de rosas.

El mecenas futbolístico del Barcelona elige al Bayern München, y deja, vestidas y alborotadas, a damas de alcurnia: Chelsea, Manchester City y el Milan, entre otros 987 equipos en el mundo a los cuales se le vinculó desde que abandonó el fragor de la batalla para reposar neuronas y hormonas.

Los pájaros de fuego estaban por extinguirse tras batallas semanales en los medios con los medios y entre los medios, con el Real Madrid y Mourinho como pretextos fantasmagóricos.

Y en medio del remanso, del retiro, del oasis, Guardiola elige donde parecía que no elegiría: Alemania, y ahí, al más grande: el Bayern München, con todo y que no sea el más popular ni en su propia ciudad, pues los reportes dicen que el TSV 1860 München, de la segunda división, tiene, además de más edad, más adeptos... al menos hasta este miércoles.

Evidentemente Guardiola elige bien. Temerariamente, pero bien. Audazmente, pero bien.

Queda claro que su determinación es reflejo de su personalidad: desnudó primero a todas las aspirantes, las hizo desfilar por la pasarela, les revisó el árbol genealógico y hurgó en sus intimidades.

De entrada hay una diferencia sustancial: Bayern München no tiene locos o bipolares o volubles andropáusicos como los padrastros y padrinos que poseen al Chelsea, Manchester City y Milan.

Guardiola quiere garantías totales y tiene la bendición suprema del patriarca del Bayern München, Franz Beckenbauer.

Detalles que es conveniente saber.

1.- La selección alemana tiene su cimiento en el Bayern. Su colección de refuerzos foráneos es impresionante, incluyendo al mejor jugador francés como Franck Ribéry, y tal vez un gran aliado en el impacto que significa el capitán Philipp Lahm.

2.- La renovación de hace dos años en el trabajo de fuerzas básicas del Bayern, preocupados por más calidad que cantidad, le permite un sustento fluido de material a Guardiola.

3.- Bayern le entregó un tesoro a Pep: tiempo. Tiene cinco meses para organizar el futuro. Elegir refuerzos, observar puntualmente al plantel actual en tres competencias, y poder encontrar ese híbrido peligroso, desafiante, crítico, entre su apetito futbolístico y el ADN del futbolista alemán. Una clonación riesgosa.

4.- Pável Pardo, un exitoso en el Stuttgart, analizaba la llegada de Guardiola este miércoles en Raza Deportiva de ESPNDeportes Radio. Elogiando el repunte del Bayern München, el ascenso de la Bundesliga para restablecer su preponderancia europea, explicaba que el futbolista alemán, desde su formación, agrega ahora exquisitez con la pelota, más allá de los valores conocidos de fuerza, velocidad, disciplina, profesionalismo y compromiso. Es decir: Guardiola sólo tiene que convencer sin batallas desgastantes previas.

Por otro lado, en este matrimonio, hay urgencias, como siempre.

1.- Bayern necesita la Champions. Estuvo cerca. Chelsea le arrebató la gloria.

2.- Guardiola no necesita demostrar nada, pero sabe, que hay una gárgola vigilante en el templo de sus glorias con el Barcelona: ¿Es capaz de levantar su imperio en otro imperio? ¿Es capaz de dominar Europa sin generales impecables e implacables como Messi, Xavi e Iniesta? ¿Podrá acercarse a la eficiencia de Mourinho quien ha ganado Ligas y Champions con diferentes clubes, aunque la Orejona es deuda pendiente con el Real Madrid?

3.- Se unen las dos Bestias Negras del Real Madrid: el Bayern München y Pep Guardiola, una ecuación que agrega morbo, expectación, y en su momento, deleite para los anhelantes de estas batallas de 90 minutos.

Aquí nadie pierde. Aquí todos ganan.

Bayern München se coloca en los aparadores del mundo y agrega, presuntamente, poder a su magnífica competitividad actual, mientras que a Guardiola le llega un segundo reto, pero en la mejor institución posible, en la cual él ve afinidades organizativas con el Barcelona.

Pero, al final, la esperanza para los hambrientos de buen futbol, es que esa doctrina del espectáculo y la victoria que siembra el Barcelona se coseche también en otras latitudes.

Y una pregunta ociosa: ¿Si Barcelona y Bayern München se enfrentan en la Champions, Jupp Heynckes le pedirá apoyo a Guardiola para descifrar, maniatar y vulnerar a la horda catalana?