El jugador de la Real Sociedad ha decidido volver a decir "no" a un llamado de la selección mexicana de futbol, pero el tema podría ser mucho más escabroso que una simple negativa de vestir la camiseta verde. El problema podría ser la nueva "exhibición pública" a la que ha sido expuesto el futbolista...
LOS ÁNGELES -- El problema no es el fondo. El problema es la forma.
Un nuevo "zafarrancho" emocional se ha interpuesto en el primer llamado de la selección mexicana para el 2013. El "ave de esa tempestad" sigue siendo el mismo: Carlos Vela.
El jugador de la Real Sociedad volvió a negarse --si se le puede llamar así-- a un llamado del equipo mexicano en camino al inicio del hexagonal final de la Concacaf para el Mundial de Brasil 2014. Vela dijo no, objetando, nuevamente, motivos personales mientras el entrenador nacional José Manuel de la Torre confirmaba que "nadie sería llamado por la fuerza a la selección nacional".
¿Dónde quedó la "bolita" en esta larga tragicomedia que propone el futbol mexicano? No estoy muy seguro, pero primero, habrá que decir, hay cosas que aunque parecen claras no lo son en su totalidad. Las largas diferencias entre Vela y la selección mexicana parecen datar desde aquella famosa fiesta y escándalo subsecuente de Monterrey, antes de que "El Chepo" de la Torre tomara el control de la selección. Hay algo en la personalidad, en las actitudes, en las formas y hasta en las maneras que no parecen gustarle al cuerpo técnico.
La cuestión aquí, sin embargo, tiene que ver, me parece, con un asunto donde se interpone el rencor, el capricho y lo que es más importante: no sólo ocurre desde un lado de la cancha. Y para ser específico, pregunto: ¿Por qué si Vela ya había anticipado en una plática con Héctor González Iñárritu (director de selecciones nacionales en México) que no atendería el llamado de la selección, por qué ha sido, otra vez, expuesto a todo un escrutinio público donde él y sólo él se ratifica como "el villano de la película" que no quiere atender un llamado de la selección nacional? ¿Será acaso que la selección lo llama para exponerlo a ese "linchamiento"?
Vela dice que está en un momento muy saludable de su vida. Y está bien. Está en su derecho. La Real Sociedad está pasando por un magnífico momento, viene de ganarle al Barcelona, suma nueve partidos sin derrota y Vela cobra poco menos de 4 millones de euros al año por hacer su trabajo, trabajo que, por cierto, está haciendo bien.
Por otra parte, me queda claro, que se ha fabricado todo un drama alrededor de esta situación. Y entiendo que los futbolistas con talento no sobran en México, pero acaso con Vela cambian radicalmente las expectativas de la selección mexicana. ¿Sería diferente con él en la cancha un resultado en la eliminatoria, en la Copa Confederaciones o en la Copa Oro? Yo creo que no. Y basta recurrir al antepenúltimo momento en que se negó a un llamado cuando México, sin Vela y si Javier Hernández, tuvo forma y fondo para ganar la medalla de oro olímpica en el futbol.
Hay otra hipótesis que señala que Vela le habría pedido a la dirección de selecciones nacionales la prerrogativa de ser parte del grupo que jugará la Copa Confederaciones, cosa que no fue concedida. No está comprobada esa historia, pero tampoco es tan descabellado considerarlo.
Es una pena que la Vela se haya apagado otra vez en torno a un futbolista en el cual el futbol mexicano cifra esperanzas desde aquel domingo de Lima en el año 2005. La "Vela" se ha apagado otra vez... ¿Se encenderá algún día?