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Aquino: vete y no vuelvas

Aún atormentado por el viejo "síndrome" del "Jamaicón" Villegas, el futbol mexicano sigue atorado en su proceso de exportar jugadores a las mejores ligas del mundo. Hace no mucho, Efraín Juárez y Pablo barrera regresaron con más penas que gloria de su aventura europea. Hoy es el turno de un escurridizo y veloz joven de 23 años hecho en Cruz Azul que va al Villarreal de la segunda división de España y que parece tener la mentalidad suficiente para triunfar.

LOS ANGELES, CA.- Por años, por décadas, desde el siglo pasado, esta frase atormenta, llena de dolor y de remordimientos al futbol mexicano. "Extraño a mi mamacita. Llevo varios días sin comerme una birria calientita y la vida no es vida si no estoy en mi tierra querida.".

Tan enternecedora y maravillosa frase, pronunciada de acuerdo a reportes periodísticos nunca confirmados a mediados de los años sesenta, en una gira por Europa de la selección mexicana que dirigía Ignacio 'Nacho" Trelles en camino al mundial de Inglaterra 1966 por el entonces defensa de la selección mexicana José Villegas Tavares, mejor conocido como "El Jamaicón" Villegas.

La última vez que el futbol mexicano lo hizo no encontró los mejores resultados. Para decirlo con mayor claridad y sin miedos: Efraín Juárez y Pablo Barrera regresaron con más pena que gloria de su aventura europea.

La exportación de futbolistas a Ligas de mayor desarrollo es algo con lo que el futbol mexicano ha vivido eternamente atragantado. El "nuevo pasajero" se llama Javier Aquino, tiene 23 años, es la "última joya" de la cantera de Cruz Azul y parece tener los argumentos futbolísticos para triunfar en un futbol de mayor alcance. La puerta de salida no es la más cómoda, interesante u óptima, pero es la única. Aquino tendrá que forjarse un futuro europeo en las canchas partir del Villarreal de la segunda división de España, que debe ser, de acuerdo con lo planeado, solo una escala en su camino de crecimiento.

El problema de los jugadores mexicanos no está en las piernas. Está aquí, más arriba, justo entre el corazón que exige el "calorcito "y la "comodidad" de casa y la cabeza que les ordena volver a un futbol donde se gana bien y se le exige poco. La preparación de un futbolista para triunfar en un futbol de mayor calidad debe ser integral.

Requiere no solo de condiciones físicas, técnicas, tácticas, también de un preparación intelectual que le de armas para superar situaciones adversas, como puede ser la soledad, la comida, el clima, las relaciones, la familia.

Salvo excepciones, el futbolista mexicano se ha convertido en un futbolista doméstico. Gana bien aquí, lo tratan bien y recibe la atención que necesita. ¿Para qué, entonces, arriesgar cuando lo tiene todo resuelto?

Es bueno que Javier Aquino haya presionado para lograr su exportación. Demuestra, para empezar, que además de sus grandes cualidades futbolísticas, tiene el carácter y el deseo de triunfar en el extranjero. Esperemos que el Villarreal solo sea el inicio de algo más grande y que no vuelva, que queme, que hunde todas las "naves" junto con aquel viejo pergamino que cuenta de las "hazañas" y los "miedos" del "Jamaicón".