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Charla fraternal

NEW ORLEANS -- Este viernes se hizo historia en Louisiana, donde por primera vez dos entrenadores dieron una conferencia de prensa conjunta.

Allí estaba el Trofeo Vince Lombardi en el centro, y los cascos de ambos equipos que disputarán el Super Bowl XLVII a los lados.

Una pantalla gigante en el fondo, y un sinfín de periodistas, mucho más que el número de periodistas que se suele presentar a estas conferencias de prensa típicas antes del fin de semana.

Repentinamente los flashes de las cámaras empezaron a sonar uno tras otro, mientras los dos entrenadores ingresaban a este muy grande salón.

John estaba vestido de traje, y Jim con sus habituales pantalones pinzados beige, su franela de los 49ers y un gorro.

Antes de recibir preguntas, John se dirigió a los que estábamos presentes.

"Simplemente quiero decir que para nosotros es un honor estar aquí", declaró John. "Nuestros padres Jack y Jackie están aquí e incluso nuestro abuelo de 97 años".

John luego apuntó a Jim por si quería decir algo. Pero el menor de los dos simplemente dijo, "estoy de acuerdo", despertando la risa de los presentes.

Llegó la primera pregunta y Jim habló de sus jugadores y su equipo, y luego apuntó a John, quien irónicamente respondió: "Estoy de acuerdo".

Las risas continuaban y el ambiente era muy relajado. Muy diferente a lo que generalmente vivimos.

Un colega a mi lado estaba asombrado, y me dijo "así debería ser todos los años".

El problema es que es la primera vez que llegan dos entrenadores hermanos a enfrentarse en un Super Bowl.

Las preguntas de tipo familiar no tardaron en llegar, pero John aclaró que el domingo no habrá instinto fraternal que valga.

"Nos enseñaron a siempre protegernos como hermanos, y así ha sido y va a seguir siendo, pero el domingo yo quiero ganar", sentenció John. "Sospecho que Jim piensa lo mismo".

Los hermanos han sido abiertos a la hora de admitir que hablan seguido durante el año, pero nada de esa información ayudará a uno u otro a sacar ventajas el domingo.

"Hablamos 95 por ciento de cosas que no tienen que ver con el fútbol americano", expresó John.
"No nos damos secretos de nuestros equipos", agregó Jim.

Y los "piropos" continuaron a lo largo de la conferencia de prensa, aunque todos tenían un elemento divertido.

Hay un viejo proverbio que dice que los "entrenadores son contratados para ser despedidos".
¿Qué sucedería en ese caso?

"Yo no tendría ningún problema en trabajar para John o en contratarlo", soslayó Jim. "De hecho estuvimos cerca de entrenar juntos en Stanford".

"Yo trabajaría para Jim sin problemas", sentenció John. "Es el mejor entrenador de la NFL".
Jim, fiel a su estilo, aceptó el estilo a medias.

"El mejor es mi papá Jack".

Pero la madre Jackie también tuvo influencia en estos dos grandes entrenadores y sus carreras.

"Ella es la persona más competitiva de la familia", aclaró Jim. "Y además nadie creyó más en nosotros que ella".

"Papá trabajaba mucho", continuó John. "Era mamá la que pasaba más tiempo con nosotros, y nos convirtió en seres humanos más completos. Papá nos hablaba de fútbol americano en el garaje, y mamá nos hablaba de otros aspectos de la vida".

Hoy se mataron dos pájaros de un tiro en New Orleans, la telenovela de los Harbaugh llegó a su máximo esplendor y debo admitir que entretenida.

Por lo pronto fue lo último que escuchamos de los entrenadores previo al gran juego.

Los Ravens entrenarán temprano hoy, a diferencia de ayer, y los 49ers luego los seguirán en las instalaciones de los Saints.

Continúa la cuenta regresiva, pero los hermanos Harbaugh siguen estando en el centro de la escena, y no se alejan de los flashes.

De hecho se paran justo enfrente de ellos.