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¿Pueden dar los Rams el siguiente paso?

Sam Bradford necesita un mejor elenco de apoyo, admitió el entrenador en jefe Jeff Fisher. Getty Images

MÉXICO -- Afortunadamente para las aspiraciones de los St. Louis Rams, la tercera temporada de Sam Bradford se pareció mucho más a su año de novato del 2010, que a su decepcionante campaña del 2011.

Bradford pudo jugar nuevamente los 16 partidos de la temporada regular, y condujo a los Rams a una marca de 7-8-1, un registro medio partido mejor del 7-9 que consiguiera como novato. En el 2012, Bradford completó 328 de 551 intentos de pase para 3,702 yardas, con 21 touchdowns y 13 intercepciones. Los números son muy similares a lo que obtuvo en el 2010, cuando conectó en 354 ocasiones de los 590 pases que intentó, para 3,512 yardas, con 18 touchdowns y 15 intercepciones.

Como sucedió en el 2010, al término de la temporada del 2012 la flecha parece estar apuntando hacia arriba para St. Louis. Sin embargo, no es momento para que los Rams se duerman en sus laureles, y sólo basta recordar la temporada del 2011 para despabilarse.

Los Rams terminaron con marca de 2-14, Bradford se perdió seis encuentros por lesión, y el ex entrenador en jefe Steve Spagnuolo perdió el empleo en su tercer año al frente del club, y segundo con al menos 14 derrotas. No olvidemos que "Spags" abrió su mandato en St. Louis con una campaña de 1-15 en el 2009 que puso a los Rams en posibilidades de reclutar a Bradford primero global en el Draft 2010.

Entonces, ¿está el equipo en la misma posición que el 2010? ¿Debemos esperar una baja de nivel para el 2013?

La respuesta a la primera pregunta es sí y no, y dependiendo de lo que suceda en la temporada baja que comienza, podremos ofrecer una respuesta a la segunda pregunta, más adelante.

Empecemos por el principio. ¿Por qué se asemeja la situación actual de los Rams a la de hace dos años? Bueno, para empezar, seguimos esperando que la directiva rodeé de suficiente talento a Bradford, particularmente en el grupo de receptores, para que podamos esperar de modo realista que dé el siguiente paso como mariscal de campo de NFL.

El receptor de confianza de Bradford, Danny Amendola, es un agente libre sin restricciones, y varios reportes afirman que las partes están lejos de llegar a un acuerdo. St. Louis ya está por arriba del tope salarial, de acuerdo a cifras de la liga, y Amendola podría estar buscando un acuerdo que ronde los seis millones de dólares anuales. Brandon Gibson, quien ha iniciado 34 partidos como receptor abierto en St. Louis a lo largo de los últimos tres años, también sería agente libre, y las probabilidades no lucen grandiosas para que el equipo pueda retener a ambos.

Quizás no sería tan malo desprenderse de uno de esos titulares --particularmente Gibson-- para reemplazarlo con alguien de mejor calidad, pero las alternativas no son alentadoras en plantilla. Los Rams reclamaron los derechos de Titus Young en cuanto fue cortado por los Detroit Lions, pero más tardaron en anunciar la incorporación que en cortarlo también. En plantilla, hallamos a Austin Pettis, Brian Quick y Chris Givens, quienes tienen solamente cuatro campañas profesionales entre los tres. Givens es el más prometedor del trío, habiendo iniciado una docena de juegos en el 2012, y Quick tiene grandes habilidades físicas pero sigue siendo un proyecto sin pulir. ¿Qué hay con Steve Smith? Bueno, el ex jugador de Pro Bowl de los New York Giants está muy lejos de su mejor nivel, y no ha dado suficientes motivos a los Rams como para pensar en retenerlo.

Entre los alas cerradas, el titular Lance Kendricks cumple pero tampoco es algo espectacular y St. Louis debe pensar en sumar talento en la posición.

Ofensivamente, el equipo también desea retener a Steven Jackson, pero circulan versiones de que las negociaciones tampoco están avanzadas, más allá de que el entrenador en jefe Jeff Fisher haya declarado que "hay bastante tiempo hasta el 12 de marzo", fecha en que inicia la agencia libre.

El backfield de los Rams cuenta con tres jóvenes prometedores en Daryl Richardson, Isaiah Pead y Terrence Ganaway, pero los tres están por iniciar su segunda temporada en la NFL, y ninguno es un jugador probado. Contar con Jackson una temporada más, aún con un número de acarreos limitado, sería útil para brindar comodidad a la transición. Sin embargo, Jackson podría optar por probar suerte en la agencia libre, y quizás se encuentre con la oferta de un club que esté más cerca de pelear un título que los Rams. Sobre la línea, un mejor tackle derecho que Barry Richardson sería recomendable, aunque no necesariamente urgente.

Fisher sabe que el trabajo no está terminado. Apareciendo en el programa "The Fast Lane" de ESPN 101 en St. Louis, Fisher reconoció que no se puede asignar toda la culpa de los problemas ofensivos a Bradford.

"Su juego se vio directamente afectado por la gente que lo rodea", estimó Fisher en la entrevista. "Hay ocasiones en que es difícil dar el paso al frente en el bolsillo para realizar el pase bien. No es culpa del mariscal de campo. Eso depende de lo que sucede adelante. Estamos satisfechos por lo hizo Sam. Tiene un futuro emocionante. Sé que realmente le emociona volver aquí en abril para volver a empezar, sin tener que aprender una ofensiva nueva".

Bradford ha trabajado con tres coordinadores ofensivos distintos en sus tres años en la NFL. Por primera vez, el mariscal de campo tendrá continuidad en la figura de Brian Schottenheimer.

Defensivamente, la cosa está un poco mejor. Los Rams han sumado talento joven como Robert Quinn, Janoris Jenkins y Michael Brockers a un núcleo que también es joven, donde Chris Long, Cortland Finnegan y James Laurinaitis son los líderes más visibles. Pero St. Louis sigue careciendo de un profundo que pueda marcar diferencias en el fondo, y un apoyador externo versátil que complemente a Laurinaitis es vital para las aspiraciones del club, especialmente ahora que pueden perder a Rocky McIntosh en la agencia libre.

Desafortunadamente para los Rams, se encuentran en una NFC Oeste donde los San Francisco 49ers y Seattle Seahawks están mirando de arriba hacia abajo a St. Louis y a los Arizona Cardinals, por el momento. La diferencia más evidente entre los Rams y los de arriba, es el nivel de las defensivas, donde Niners y Seahawks cuentan con unidades dominantes.

Los Rams, con dos selecciones de primera ronda, tendrán una buena oportunidad de cerrar distancias a ese lado del balón este año.

¿Si los Rams registran una peor marca que la del 2012, cuando se fueron 4-1-1 en su división, podríamos considerar en peligro el puesto de Fisher?

Descontando una improbable temporada sin triunfos, diría que no. Fisher tiene más renombre y prestigio que Spagnuolo, y eso debe ser suficiente para ganarle más paciencia con la directiva, particularmente con el gerente general Les Snead, quien fue contratado un mes después que Fisher en St. Louis. Además, una cosa es reemplazar a "Spags" por un entrenador de mayor cartel como Fisher pero, ¿quién podría estar disponible que posea un mejor cartel que Fisher? No muchos.

Si en las siguientes semanas --a través de la agencia libre y el draft-- St. Louis logra efectivamente rodear a Bradford de más talento y mejorar el nivel de su defensiva, entonces crecerán las probabilidades de que los Rams puedan evitar una baja de nivel similar a la que sufrieron en el 2011. En cambio, si las limitaciones financieras derivadas de estar tan cerca del tope salarial al inicio de la temporada baja previenen a St. Louis de implementar las mejorías que necesitan, entonces no debemos sorprendernos si los Rams vuelven a quedar terceros en su división, y fuera de los playoffs.

De cualquier manera, como dijimos antes, faltará algún tiempo para saber si los Rams conseguirán una temporada ganadora, algo que no han tenido desde el 2003.