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Cuba revive y sobrevive

La selección cubana revivió y de qué manera, al noquear 14-0 a China Taipéi en partido de vida o muerte de la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol.

El equipo que salió esta madrugada al terreno del Tokyo Dome parecía otro totalmente distinto al que un día antes fue dominado de principio a fin por Holanda.

Los cubanos volvieron a mostrar una ofensiva demoledora y sobre todo, oportuna, que les permitió fabricar 14 carreras con 12 imparables, la mitad de ellos de extrabases (cuatro cuadrangulares y par de dobletes).

Tres de los cuatro vuelacercas encontraron hombres en circulación, a diferencia del choque contra los holandeses, en que faltó el batazo impulsador y las únicas carreras de los antillanos fueron por bambinazos con la casa limpia.

Frederich Cepeda abrió el marcador en el mismo primer inning con jonrón con uno a bordo, luego de que el segunda base Yen Kuo fallara en un batazo de José Fernández que hubiera sido el tercer out, un error clarísimo que el anotador oficial le regaló como hit al bateador.

Los taiwaneses amenazaron en el segundo episodio con dos sencillos, pero luego de dos outs la fortuna ayudó al abridor Danny Betancourt, cuando un batazo del propio Yen Kuo con características de hit le pegó en un zapato y fue directo a las manos del campocorto Erisbel Arruebarruena para matar el inning.

Betancourt superó el nerviosismo inicial de los primeros innings y fue ganando en confianza, combinando muy bien los pitcheos rápidos con rompimientos para marear a los bateadores rivales.

A partir de esa jugada que le golpeó el zapato de manera salvadora, el derecho cubano no permitió más libertades, al extremo de retirar a los siguientes cuatro episodios con apenas dos boletos y cero hit.

El manager Víctor Mesa regresó al joven Yasmani Tomás a la alineación, luego de que inexplicablemente lo enviara a la banca ante Holanda.

Tomás, de 23 años y en su primera experiencia con la selección nacional, disparó uno de los cuatro jonrones de su equipo, que encontró dos corredores en circulación.

El batazo del jardinero derecho llegó muy oportuno para prácticamente sellar la victoria, pues en ese momento la ventaja era de apenas 3-0 y colocó la pizarra 6-0.

Los otros dos jonrones de los cubanos fueron consecutivos del inicialista José Abreu y el patrullero izquierdo Alfredo Despaigne para completar un racimo de ocho carreras en el sexto episodio.

Otra movida interesante de Mesa fue la utilización de Frank Camilo Morejón como catcher titular, en sustitución de Eriel Sánchez, quien abrió en la posición en los cuatro partidos anteriores.

Morejón, mucho más defensivo, también hizo su aporte con el madero al disparar un imparable en dos turnos y no es de extrañar que el mentor lo ratifique para el próximo encuentro, ya sea ante Holanda o Japón, toda vez que Sánchez, mucho más ofensivo en los certámenes nacionales de Cuba, ha estado deficiente al bate y se le ha visto inseguro detrás del plato.

Para el encuentro siguiente se supone que Mesa envíe nuevamente a la lomita al veterano zurdo Wilber Pérez, de 36 años, vencedor de Japón en la primera ronda.

Pérez, quien a pesar de su veteranía es debutante en el equipo nacional, dejó en blanco a los nipones en tres entradas y ahora podría trabajar más, pues el límite de envíos subió de 65 a 80 en esta segunda fase.

Otra opción sería el derecho Odrisamer Despaigne, considerado uno de los mejores serpentineros de la isla y que inexplicablemente aún no ha visto acción en este torneo.

El lunes, sea cual sea el rival, Cuba volverá a jugar un choque de vida o muerte. Una derrota enviará al equipo de vuelta a casa. Un triunfo también los obligará a hacer las maletas, pero para partir rumbo a San Francisco.