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Federer busca levantarse

Roger Federer, a punto de cumplir 32 años, atraviesa un momento muy complicado Getty Images

BUENOS AIRES -- Sin duda, Roger Federer está pasando por una de las situaciones más difíciles de su carrera deportiva, al menos desde que forma parte de los 10 mejores del mundo, hace ya más de 10 años.

No suelo mirar mucho las estadísticas, pero sé que Roger es muy estudioso y conoce casi todos los datos tanto de él como de sus rivales, y seguramente es consciente de que hacía muchos años que no tardaba tantos meses en ganar su primer título de la temporada como le ocurrió en este 2013, cuando recién en Halle, en su primer torneo sobre pasto, consiguió una dosis de confianza que lo llevara a Wimbledon, su torneo preferido, y el que lo vio triunfar y lo convirtió en el mejor de todos los tiempos, con alguna opción real de ganarle a Djokovic, Nadal o Murray.

Todos los que disfrutamos de las victorias de Roger nos ilusionamos cuando vimos que Nadal perdía en la primera ronda, teniendo en cuenta las dudas con las que iba a llegar Murray, que no había jugado en París, los grandes aspirantes iban a ser Roger y Djokovic, pero el suizo perdió contra Stakhovsky, fuera del top 100, en una de las derrotas más dolorosas que tuvo en la Catedral.

A partir de ahí llegaron las reflexiones y los planteamientos para tratar de enderezar el rumbo en una temporada a la que sólo le quedaba un Grand Slam, el US Open. Todos sabemos que el gran objetivo del suizo es seguir sumando títulos de Grand Slam para agrandar su leyenda, y para ponérselo lo mas difícil posible a jugadores como Djokovic o Nadal, que si bien están lejos de la marca de grandes torneos de Roger podrían seguir ganando en los próximos años, pero sobre todo Nadal, que ya tiene 12.

Para lograr ese objetivo de seguir sumando Grand Slams, el suizo consideró que necesitaba cambios y, en especial, confianza. Confianza, confianza y confianza en sí mismo y en que todavía puede conseguir la regularidad necesaria para ganar 7 partidos seguidos. En busca de esa confianza fue a los dos últimos torneos sobre polvo de ladrillo que jugó en Europa, pero la situación empeoró aún más.

Por un lado, buscó algo que me parece muy sensato, y es actualizar su raqueta. Roger supo ver que la herramienta de sus rivales tiene un aro con más superficie, lo que les permite que su pelota corra más, y lo cierto es que algunos ya lo superan en velocidad hace tiempo, y además el ya no puede permitirse correr como lo hacía hace 5 o 6 años. De hecho, creo que esa es la otra gran cuenta pendiente del suizo, ponerse al 100% físicamente, y para eso tiene que superar estas lesiones que no parecen graves pero sin duda lo limitan y no lo hacen jugar cómodo o seguro de sí mismo.

Tenemos que considerar que Federer no es un jugador acostumbrado a las lesiones, y menos a competir con ellas. Su físico y su patrón de juego le permitieron durante muchos años jugar sin lesionarse, al menos grandes lesiones, pero ahora, después de tantos años en la elite, empieza a asomarse el fantasma de la espalda y los dolores en la zona lumbar, que le impiden jugar con comodidad.

Si alguien tiene todo el crédito para que no lo demos por vencido, es el suizo. Para mí, y soy una fanática de Sampras, es Federer el mejor de todos los tiempos. Hace dos años lo dieron casi por retirado y alejado definitivamente del N° 1 del mundo, pero en ese momento apareció de nuevo la calidad y la capacidad inigualable de este genio y volvió a mostrar su mejor versión.

La pregunta en estos momentos es si jugará o no el US Open en caso de que no se sienta con opciones de ganar el título. Por una parte, sería algo sensato tratar de recuperarse de su lesión y afrontar el Masters de fin de año y la gira australiana de 2014 sin molestias, pero por otra seguramente sería muy difícil para él encontrar la motivación necesaria para seguir entrenando cada día al 100% sin jugar un Grand Slam durante 6 o 7 meses.