BRISTOL, Conn. -- Carlos Vela estuvo de vuelta en la selección por cinco días y uno antes de la convocatoria oficial determinó no estar por no sentirse al 100 por ciento, tal y como lo manifestó Héctor González Iñárritu, director de Selecciones Nacionales.
Vela fue determinante para la Real Sociedad en su llegada a la Champions y en esta temporada su labor ha sido indefinida, ya que su técnico Jagoba Arrasate manifestó que no jugó frente al Barcelona por cansancio. Con lo que coincide en las razones de no aceptar el llamado.
El delantero mexicano es indefinido porque en la primera conversación con Iñárritu, en donde se habló de su estado anímico, futbolístico, de cómo andaba en términos generales -- en esa llamada se dijo que habría la posibilidad de un llamado -- todo marchó como el comienzo de una nueva era en donde Carlos se mostró entusiasmado, sin entrar en detalles, prometiendo estar al pendiente los próximos días.
Hasta el jueves Carlos tenía la "Vela" comprometida con la selección y por la noche decidió apagarla por cuenta propia.
Carlos ha sido una "Real Sociedad" para su equipo en San Sebastián y una "Real Incógnita" de formar sociedad con el Tri desde su última aparición en el 2011.
Ya no es porque ayer estaba Chepo y hoy está Vucetich. Ya no es porque traiga alguna molestia contra alguien en específico. Desde mi punto de vista, nace de una indefinición para ser determinante en el difícil camino de la Selección al Mundial y no jugarse el riesgo de ser determinante o quedar en la indefinición y sentimiento de culpabilidad de no conseguirlo.
Vela ha tomado la decisión por sí solo. En ningún momento nadie lo influenció para primero estar atento y después negarse. Carlos con esa misma agilidad que se mueve en la cancha y ese futbol que mostró determinación para ir a la Champions, hoy muestra indefinición para ser enviado a la banca en el partido contra Barcelona. Deja en claro las altas y bajas que tiene una "Vela" que de repente toma Viento en Popa y repentinamente encuentra Viento en Contra que le frena el tiempo y la toma de decisiones en un sentido que muestre determinación y deje atrás la indefinición.
Una historia de ida y vuelta, donde Vela tiene determinación y después le llega la indefinición por la que se mantiene al margen. Vela determinado con la suya y deja todo como al principio en un estado de indefinición.