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La belleza y crueldad del Mundial

Rigoberto Urán quedó 4to en la general Cortesía Luis Barbosa

BRISTOL -- Hubo explicaciones entre los seleccionados españoles pero para la mayoría de los aficionados la táctica falló. Con mayoría numérica es un desperdicio que después de siete horas y casi media no se pudiera sacar ventaja orquestadamente, sobre todo cuando un hombre menos tocado que Nibali, más joven y gran rematador amenazaba en la persecución: Rui Costa. Una jornada de aguante máximo donde no paró de llover y sobre un circuito que cobró al final del Mundial de Ruta la salida de 147 de 208 inscritos.

Muchos quedaron eliminados por las caídas desde temprano como Chris Horner, Taylor Phinney y Tejay Van Garderen (USA) o Cadel Evans (AUS). Otros simplemente no tenían la fuerza o la motivación para aguantar el castigo de la continua cortina de agua y los nervios crispados en la bajada sobre una asfalto nuevo. Caso concreto Bradley Wiggins quien no metió mucho las manos por la causa de Chris Froome. Por lo menos Mark Cavendish se la pasó todo el tiempo en la punta del pelotón en la persecución en terreno llano y desquitó su selección nacional. Poco a poco Froome se vio aislado en el grupo de los favoritos y eso descorazona a cualquiera. Total que el equipo británico se borró del mapa de la manera más vergonzosa posible.

Rui Costa era un de esas opciones de segunda fila para ganar en el Mundial de ruta pero no por falta de cualidades, sino porque Portugal no venía con el mismo peso de equipo que Italia, España o Bélgica. Los de la roja perdieron a Samu Sánchez muy temprano por caída pero mantuvieron sus velitas prendidas con Purito, Dani Moreno, Alejandro Valverde y Alberto Contador. El equipo Italiano trabajó constantemente la carrera poniendo el ritmo en el circuito a pesar de que Nibali se había caído temprano, incluso antes de llegar a Florencia. Michele Scarponi y Giovanni Visconti mantuvieron en tensión a los rivales aunque cuando el Squalo se cayó por segunda vez todo pareció acabarse. Hasta que Nibali regresó para alcanzar la punta y un viso de esperanza se asomó para el equipo local.

Colombia esperó pacientemente para acomodarse a la carrera conforme se fueron acumularon los circuitos y los más fuertes fueron emergiendo de la novena. Esta carrera larga y pasada por agua le dio el beneficio a Carlos Betancur, Sergio Henao y Rigoberto Urán quienes se veían más cómodos en la punta, mientras que Darwin Atapuma -a quién le costó un poquito más en los giros previos al final- hizo una gran labor para quitar de en medio una de las ultimas fugas y acercar a su compatriotas a la luchar por los ataques finales. Henao y Betancur callaron a algunos incrédulos que los criticaron por su actuación en la Vuelta a España. Una carrera como el Mundial es un animal diferente y los colombianos hicieron una gran tarea. Miguel Ángel Rubiano fue uno delos últimos en soltarse también del grupo de los favoritos mientras que Nairo Quintana se quedó descolgado en el descenso del tercer circuito y ya no pudo conectar junto a Janier Acevedo, Cayetano Sarmiento y Winner Anacona quienes también sufrieron caídas. Al final vino el ataque de Purito y Rigoberto Urán saltó para llegar a estar tercero en la fila con la posibilidad de una medalla... hasta que vino una caída al salir de una curva en la bajada final. Rigo perdió el control y la rueda de adelante le hizo un extraño. Sacó una pie para hacer balance pero ya la caída estaba en proceso. Fue a impactarse con la ladera de la montaña que afortunadamente era césped y tierra. Eso aminoró un daño mayor pero la manera en que rebotó y dio vueltas nos quitó el aliento a millones. Sólo porque estos son hombres de otra fibra Rigo se pudo incorporar con el dolor físico pero mayormente moral porque en un instante se borró el trabajo de todo el día -y de varios meses- para intentar hacer el podio de este difícil mundial. Verlo llegar a la meta fue un alivio para quienes apreciamos a este bravísimo hombre pero sabemos que no es algo fácil de pasar. Esperamos que su pundonor deportivo y el apreció de la comunidad ciclista alivie sus heridas muy pronto.

Joaquim Rodriguez hizo lo suyo al atacar en terreno de pendiente y sacar diferencia aun cuando en la última bajada podía desaparecer. El Squalo regresó de las sombras con mucha garra -y cierta ayuda entre los autos- pero igual acusando un desgaste que probablemente lo hubiera eliminado en el sprint final. Alejandro Valverde salió detrás de su compatriota lo mismo que el portugués Rui Costa. Alejandro se le pegó a la rueda a Nibali considerado quizás que era el hombre a marcar y Costa -quien correrá con el Lampre en 2014- aprovechó su ultimo punto de energía para saltar a la persecución de Purito. Costa hizo tremendas victorias en terrenos similares en el Tour de France este año y finamente le dio caza a Joaquim en la recta final. Fue entonces que todos pensaron que Valverde habría dejado de vigilar a Nibali para buscarle la rueda al lusitano. Pero según las mismas palabras del murciano "ya no traía con qué recortar la diferencia". Valverde al final pensó que Purito pudo haber venido en la línea, pero el duelo final se dio a favor Costa en un sprint después de más de 7 horas y 25 minutos de carrera. Purito incluso esperó a Costa en los último metros y en un intercambio de palabras invitó a Costa a mano a mano, pero Costa fue más listo y al final se puso a la rueda de Purito para no dejarse rebasar en la línea final, una que posiblemente el catalán no pudo distinguir acertadamente con las marcas previas en la zona de meta.

Las lágrimas de rabia de Rodriguez y las de alegría de Costa se mezclaron en el podio de una carrera donde dos españoles terminaron como damas de compañía. Este tipo de oportunidades no se repiten, son únicas y hay que sacarles el máximo. Uno de los 208 supo cómo hacerlo tras 272 kilómetros en cruel día de septiembre en la Toscana.