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Desacuerdo invernal

Las grandes figuras del caribe están ausentes en inicio del béisbol invernal al no haber acuerdo Getty Images

El mejor acuerdo al que se puede llegar en el inicio de la temporada de pelota invernal 2013-2014, es que existe un desacuerdo total con la realidad del béisbol moderno.

Mientras más me acuerdo como eran los acuerdos del pasado, fluyen los gratos recuerdos de una etapa que no regresará, aquella cuando los acuerdos eran entre caballeros del juego que daban como resultado alianzas que beneficiaban al béisbol.

No me malentiendan. No pretendo decir que los acuerdos del pasado y los recuerdos de aquel béisbol pueden superar a la calidad de juego que hoy en día prolifera en América Latina. La calidad del pelotero, incluso recién firmado es superior al del pasado, y en eso estoy de acuerdo con scouts y entrenadores.

Pero no puedo aceptar que por estar de acuerdo en este sentido no se negocie de la manera más proactiva y con términos satisfactorios el acuerdo que permite que el material bajo el manto de Major League Baseball pueda jugar en las Ligas del Caribe, sobre todo los peloteros nativos de sus propios países que animan el espectáculo del béisbol local y son parte de una herencia y una tradición.

Es por eso que el acuerdo, que aún no se ha acordado, termina siendo un desacuerdo, y el desacuerdo es un recuerdo de que las cosas no andan bien para la pelota caribeña.

Puede que usted este de acuerdo conmigo o no, pero creo que la pasión por la pelota invernal se mantiene intacta en Venezuela, Dominicana y en el Pacifico Mexicano, que Puerto Rico continua dando pasos para retomar su glorioso pasado, que Colombia sigue en lucha por pertenecer al selecto club, que a Nicaragua y a Panamá les faltan muchas millas por recorrer y que Cuba sigue envuelto en una burbuja. Este panorama es la esencia de la pelota caribeña independientemente de quien salte al terreno.

Pero el desacuerdo por no firmar el acuerdo trae como consecuencia inmediata la pérdida de las figuras que animan los torneos. La pasión por la camisa es un acuerdo de mucho peso entre el fanático y su equipo, pero están de acuerdo también que esas figurar que identifican al club son extremadamente necesarias para la salud del torneo y por eso es que se necesita el acuerdo.

Y es que no hablamos de los peloteros que llegan a ser súper estrellas del deporte, pues ellos pasan a una elite mundial que les dificulta formar parte de las ligas caribeñas a pesar que quieran. Estamos de acuerdo que como un negocio al fin y al cabo, los intereses personales y profesionales acuerdan prioridad.

Pero estoy en desacuerdo que por el talento y potencial que tienen ciertos peloteros para organizaciones de Grandes Ligas sean prohibidos de la pelota invernal, una plataforma que para muchos ha sido la base de una carrera en este deporte mientras labran recuerdos para las organizaciones caribeñas.

Es aquí donde entra la consecuencia de no acordar el acuerdo. Y llegamos a la inauguración de la temporada, aun no hay acuerdo, solo el desacuerdo del no saber y el recuerdo de las figuras a quienes no les permiten acordar.

Y hoy les recuerdo que a quienes tratan de acordar el acuerdo: les quedó grande la negociación.

Es imperativo que se despeje el acuerdo para crear nuevamente gratos recuerdos. Dicen que la gente tiene memoria corta, pero en el béisbol de este mal no se sufre y el fanático hoy recuerda que por falta de acuerdo estamos metidos en un tremendo desacuerdo que puede ser peligroso para la salud de la pelota invernal.