MÉXICO -- Me da pena ver a equipos de esta grandeza y tradición arrastrar el prestigio; lejos de su esencia, de su sello particular. Estadios vacíos, partidos de bostezo, y jugadores poco dignos de portar sus colores (salvo contadas excepciones).
Chivas festejaba el viernes el empate en Morelia ante Monarcas como si hubieran logrado el boleto a la liguilla. Cierto es que no merecían perder, que en el segundo tiempo tuvieron la iniciativa; sin embargo ha sido un torneo penoso. Ocupan el lugar 17 de la general y el 14º de la tabla de descenso. Esa es una amenaza real para Chivas, que está a la vuelta de la esquina.
En el Guadalajara está claro que no hay liderazgo, no hay referentes. Los jugadores llamados a serlo simplemente no asumen ese rol, por qué no pueden y también por qué no quieren. Un jugador con liderazgo tiene que ser ejemplo dentro y fuera de la cancha, titular indiscutible, debe llevar tiempo en el equipo y los colores tatuados.
Ese referente debe tener el carácter para confrontar al compañero que no se disciplina, para apoyar al joven que debuta, para ser una extensión del entrenador en la cancha. ¿Quién en Chivas puede o quiere tomar ese papel? Nadie. Decepcionante.
¿Dónde se extravió la tradicional garra de los Pumas? Ya cualquiera va al Olímpico Universitario al medio día, con la altitud de la Ciudad de México, y les gana o les empata. Recuerdo que mareaban a sus rivales con el ritmo, que el estadio era un hervidero, que los extranjeros marcaban diferencias y los canteranos se morían por una oportunidad. ¿Qué ha pasado?
Al fin hubo dinero para contratar jugadores y trajeron a Robín Ramírez que lleva 3 goles en 28 partidos, y a Ariel Nahuelpán que lleva 2 en el actual torneo. Ahora han puesto en manos de José Luis Trejo la planeación de la próxima temporada, un técnico que ha perdido el doble de los partidos que ha ganado del Apertura 2006 a la fecha (19 ganados y 38 perdidos con Tigres, Necaxa, Morelia, Tecos, Puebla, San Luis y ahora Pumas). ¿Así piensan revertir la historia?
Lamento ver a Chivas y a Pumas lejos de los sitios de privilegio, pero más lamento no ver a lo lejos una solución, ni siquiera algo que haga pensar en una reacción inmediata. Espero equivocarme.