<
>

Kershaw y Scherzer, favoritos al Cy Young

Clayton Kershaw es tan bueno que la gerencia de Dodgers de Los Ángeles fue capaz de ofrecerle la absurda cifra de 300 millones de dólares por tenerlo hasta el final de su carrera.

Es imposible predecir cuán larga será su estadía al máximo nivel de sus capacidades, pero al menos ahora no hay quien pueda disputarle la condición de mejor pitcher de las Grandes Ligas.

Para que se tenga una idea clara de cuán dominante fue Kershaw en el 2013, basta mirar su promedio de efectividad de 1.83, el quinto más bajo de cualquier lanzador en los últimos 30 años.

Sólo Dwight Gooden (1.52 en 1985), Greg Maddux (1.55 en 1994 y 1.63 en 1995) y Pedro Martínez (1.74 en el 2000) permitieron menos carreras limpias por cada nueve innings en las pasadas tres décadas.

Kershaw es el favorito para ganar el premio Cy Young de la Liga Nacional, que para él representaría su segundo galardón en tres campañas.

Además del promedio de efectividad extraordinario, el zurdo de los Dodgers encabezó el viejo circuito en ponches (232) y WHIP o hits y bases por bolas permitidas por inning (0.92), en tanto fue segundo en victorias (16) y entradas lanzadas (236).

Pero no será cosa de coser y cantar, sobre todo luego de ver cómo se comportó la votación para los Managers del Año.

Kershaw tiene en Adam Wainwright, de los Cardenales de San Luis, y José Fernández, de los Marlins de Miami, a dos rivales formidables.

Wainwright fue el máximo ganador de la Nacional (19), empatado con Jordan Zimmermann (Nacionales de Washington), además de liderar los innings lanzados (241.2).

Fue tercero en abanicados (219), séptimo en efectividad (2.94) y en WHIP (1.07).

Al igual que Kershaw, fue un pilar fundamental de su equipo en el avance a la postemporada, algo que no pudo lograr Fernández, ya premiado como Novato del Año, con los débiles Marlins.

El cubano, sin embargo, se beneficiaría de la nueva ola de la sabermetría, que ya le dio el premio al venezolano Félix Hernández, de los Marineros de Seattle, en el 2010, con apenas 13 triunfos y 12 derrotas.

Pero al igual que el Rey Félix, Fernández lanza para un equipo miserable, que este año perdió 100 de los 162 juegos del calendario regular.

Sin embargo, tuvo la segunda efectividad más baja de todas las Grandes Ligas (2.19), fue el pitcher al que le batearon para más bajo promedio en ambos circuitos (.182) y fue uno de los únicos cuatro lanzadores con un WHIP inferior a 1.0 (0.98), junto a Kershaw, Matt Harvey, de los Mets de Nueva York Mets (0.93) y Max Scherzer, de los Tigres de Detroit (0.97).

Su balance de 12-6 pudo incluso ser mucho mejor, de haber contado con apoyo de sus compañeros, pero en diez de sus aperturas se fue sin decisión a pesar de permitir menos de dos carreras en cada juego.

Entretanto, Scherzer debe superar a los japoneses Hisashi Iwakuma (Seattle) y Yu Darvish (Vigilantes de Texas) por el Cy Young de la Liga Americana.

El derecho de los Tigres fue el único lanzador de todo el béisbol con más de 20 triunfos, siete más que Iwakuma y ocho más que Darvish, con apenas tres derrotas, para un promedio de ganados y perdidos de .875.

No se trata de dos o tres victorias más que sus rivales, sino de diferencias notables.

Y sí. Aunque los sabermétricos insistan en lo contrario, las victorias tienen que tener un peso importante en la votación, sobre todo si estas vienen acompañadas además de excelentes guarismos en el resto de las categorías fundamentales del pitcheo.

Scherzer fue el único con WHIP inferior a 1.0 en el viejo circuito, segundo en ponches (240), quinto en efectividad (2.90) y los rivales le batearon para un anémico promedio de .198.

Iwakuma y Darvish lo superaron en efectividad, con 2.66 y 2.83 respectivamente, mientras que el de los Rangers fue líder en ponches con 277.

El caso del derecho de los Marineros es similar al de Fernández con los Marlins: un equipo mediocre con el que cuesta demasiado trabajo ganar.

Aún así se las arregló para apuntarse 14 triunfos y terminar tercero en efectividad, detrás del venezolano Aníbal Sánchez, de Detroit (2.58) y del dominicano Bartolo Colón, de los Atléticos de Oakland Athletics (2.65), quienes no figuran entre los finalistas del Cy Young.