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McCann impacta a Canó y Sánchez

ORLANDO -- La firma de Brian McCann con los Yankees de Nueva York por cinco años y $85 millones de dólares --con una opción que elevaría el pacto sobre los $100 millones-- obligatoriamente tendrá un efecto dominó sobre otros jugadores, incluyendo un par de dominicanos.

Con McCann, Nueva York tendrá su mejor receptor desde el retiro del puertorriqueño Jorge Posada, aunque a un costo exagaredamente elevado-- $17 millones anuales es el mayor salario que se le ha dado alguna vez a un catcher en la agencia libre --incluso en la boyante economía del béisbol de estos tiempos.

Los defensores de McCann dirán que tiene seis temporadas consecutivas de 20 o más jonrones, pero sus detractores dirán que bateó .230 en 2012 y .256 en 2013 y que no ha podido jugar 130 partidos en las últimas tres temporadas. Como catcher no es exactanente un Yadier Molina y como futuro bateador designado es difícil asimilar que valdría más que David Ortiz.

Lo que nadie puede negar es que McCann representa una notable mejoría en la receptoría para los Yankees, que tuvieron a Chris Stewart y al venezolano Francisco Cervelli compartiendo la posición por la mayor parte de la temporada pasada.

La firma de McCann, por otro lado, compromete notablemente las probabilidades de que Nueva York pueda retener al intermedista dominicano Robinson Canó y mejorar sus otras deficiencias sin superar el autoimpuesto tope de $189 millones de dólares en la nómina del 2014.

Canó, el mejor agente libre disponible en el mercado de agentes libres, busca un contrato que le convertiría en el primer pelotero de $30 millones anuales a largo plazo. Más que disputar el valor anual, NuevaYork y los otros clubes en posición para pagar semejante dinero, tienen sus reservas en cuanto a la duración del futuro pacto de Canó, cuyos agentes supuestamente aspiran a un convenio de al menos 10 años.

Pero la firma de McCann también significa que los Yankees no creen que el dominicano Gary Sánchez, el prospecto #1 de la organización a comienzos del 2013, está cerca de ser un figura de impacto en Grandes Ligas, al menos no en Nueva York.

Sánchez, de 20 años, bateó .253 con 42 extrabases (27 dobles y 15 jonrones) y 71 carreras impulsadas en 117 juegos entre AA y A en el 2013, en lo que fue su cuarta temporada profesional. El miércoles fue protegido en el roster de 40 de los mulos.

Sánchez recibió un bono de $3 millones de dólares a los 16 años de edad para ser el próximo Posada de los Yankees y pese a reportes negativos --con su capacidad para batear pitcheos rompientes, llamar el juego e incluso de actitud-- ha avanzando acorde con las expectativas que se pueden tener con un jugador de su posición.

Los cazatalentos piensan que incluso si fallara en desarrollarse como un buen catcher regular, debido a su poderoso bate, Sánchez sería un adecuado primera base en Grandes Ligas.

La llegada de McCann convierte a Sánchez en una valiosa, pero redundante pieza, que podría ser usada por los Yankees en un cambio importante para tapar algunos de sus huecos sin tener que comprometer parte del dinero que necesitan para retener a Canó.