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Marlins le apuntan al sótano de nuevo

Un rumor efímero y fugaz sobrevoló este martes Miami: los Marlins estarían interesados en contratar al segunda base dominicano Robinson Canó.

Confieso que cuando lo escuché salí corriendo a consultar el almanaque, no fuera a ser que estuviéramos a 28 de diciembre y todo se tratara de una broma por el Día de los Inocentes.

Sin embargo, antes de que terminara de chequear el calendario, ya el rumor se había desvanecido con la misma rapidez que Jeffrey Loria fue capaz de desmantelar el equipo del 2012.

Mientras los otros 29 equipos ya han iniciado sus movimientos aún antes de la esperada reunión invernal de dueños, en diciembre, los Marlins están prácticamente en el mismo punto que los llevó a ser el peor equipo de la Liga Nacional en el 2013, con balance de 62-100.

Ya sabemos que Loria no va a meterse la mano en el bolsillo para traer a un jugador como Canó, indiscutiblemente el mejor agente libre que hay disponible en el mercado.

Pero todavía hay muchas movidas que el equipo podría hacer en busca de la tan necesaria ofensiva que saque a los Marlins del sótano del viejo circuito.

Porque eso es, sobre todas las cosas, la primera necesidad de Miami: una alineación capaz de producir las carreras que le permitan al joven, pero sólido cuerpo de pitcheo, ganar juegos.

Y un catcher capaz de guiar con acierto a los prometedores serpentineros, pero que tenga una capacidad ofensiva superior a Jeff Mathis, bueno con los arreos, pero débil con el madero.

Una opción viable podría ser el veterano venezolano Dioner Navarro, quien ya tuvo que dirigir en Tampa Bay un cuerpo de serpentineros jóvenes entre el 2006 y el 2010 e incluso cuenta con la experiencia de una Serie Mundial.

Los Marlins necesitan, principalmente, un antesalista, un segunda base que ni de casualidad será Canó y un primera base, toda vez que Logan Morrison no ha ido más allá de ser una promesa incumplida.

En los jardines, los peces tienen como puntal a Giancarlo Stanton en el derecho y parecen dispuestos a apostar por los jóvenes Christian Yelich y Marcel Ozuna en el izquierdo y central, respectivamente.

Yelich y Ozuna son jóvenes, inexpertos, pero con potencial para cumplir sus respectivos papeles con decoro, así que no esperen los fieles y sufridos fanáticos que los Marlins vayan detrás de agentes libres de primer nivel como Curtis Granderson, Nelson Cruz, Shin-Soo Choo o Jacoby Ellsbury, quienes buscan pactos multianuales que no se ajustan a la política de austeridad forzosa del equipo.

Uno de los rumores más insistentes que rodean a la franquicia miamense es el de la posibilidad de adquirir, vía canje, al primera base Mark Trumbo, de los Angelinos de Los Ángeles , en tanto una muy buena opción para la antesala podría ser el dominicano Juan Uribe, que sin ser esa superestrella, es uno de los jugadores más dedicados y entregados al trabajo en todas las Grandes Ligas.

Pero para traer a Trumbo, los Marlins podrían intercambiar al prometedor serpentinero Jacob Turner y fichar por un precio bastante bajo al derecho Phil Hughes.

Firmar con los Marlins sería una buena oportunidad para Hughes de relanzar su carrera, bastante mediocre con los Yankees a pesar de las expectativas que despertó desde sus años de prospecto.

Aquí estaría en una liga menos ofensiva que la Americana y en un estadio beneficioso para los lanzadores, dadas sus inmensas dimensiones.

¿Es acaso eso mucho pedir? Pero incluso si llegaran juntos Trumbo, Uribe, Navarro y Hughes, los Marlins parecen condenados de todos modos al frío sótano del viejo circuito.