MÉXICO -- Gustavo Matosas, José Cardozo, Miguel Herrera y Pedro Caixinha son los cuatro entrenadores que han llegado a las semifinales. Hay un común denominador en su manera de ver el futbol. Los cuatro son apasionados, intensos, trabajadores, obsesivos de plasmar lo que pretenden en sus equipos. Son dignos semifinalistas.
Matosas venía de un torneo de escasa producción ofensiva, y le cambió radicalmente el rostro al León. Diez jugadores distintos anotaron al menos un gol en este torneo. León es vértigo con Hernán Darío Burbano, potencia y claridad con Carlos Peña, calidad y pausa con Luis Montes, y liderazgo con Rafa Márquez. Matosas tiene un gran punto a su favor, él creció con la mayor parte del plantel desde que ascendieron a Primera; eso da un factor adicional de identidad y camaradería difícil de lograr.
Caixinha en un año en México lleva dos semifinales de Liga y una final de Concacaf. Lo mejor de todo es que lo ha logrado abaratando la nómina, rescatando a jugadores que eran suplentes en otros equipos (Néstor Araujo, Javier Orozco y Eduardo Herrera), y con la indiscutible aportación de dos grandes individualidades: Carlos Darwin Quintero y Oribe Peralta. Además de eso, el equipo de Caixinha se ve trabajado, hay método, estudio del rival, y aprovechamiento de cada entrenamiento.
Herrera está en su campaña de despedida con América. Dos años en que acumula tres semifinales, un liderato general y un título de Liga; por eso va al Mundial. No fue muy convincente la forma en que eliminó a Tigres, sin embargo tiene para jugar mejor. Miguel tuvo a un goleador en gran forma en la liguilla pasada: Christian Benítez; ahora espera encontrar a alguien que asuma su rol.
El colmo del perfeccionismo es Cardozo. Demostró sus alcances con un equipo como Querétaro de bajo presupuesto, su regreso al Toluca era cuestión de tiempo. "Pegó de hit" con Pablo Velázquez, le sacó el tercer aire a Paulo Da Silva y el quinto a Sinha para hacer un equipo explosivo y con creatividad. Lástima que uno de sus hombres de confianza, Richard Ortiz se perdió el torneo por lesión; las cosas pudieron ser mejores aún.
Son tres extranjeros y un mexicano, la última vez que esto ocurrió fue en el Clausura 2003: Rubén Omar Romano con Morelia venció al único mexicano, Daniel Guzmán que dirigía a Veracruz; Ricardo Ferreti y Daniel Pasarella se encontraron en el clásico del norte con victoria para "El Kaiser" que a la postre sería el campeón.
Una simple referencia histórica. El que estos cuatro técnicos estén hoy disputando el título no es obra de la casualidad, se debe a su trabajo, a su método, a su liderazgo y a su empeño. Bienvenidas estas cuatro ideas futbolísticas refrescantes para el medio mexicano.