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12 días: Chávez Jr. vs Froch

Enfrentar a Carl Froch sería una buena prueba para Julio César Chávez Jr. Chris Farina/Top Rank

En el espíritu de las festividades, ESPN celebra las fiestas con nuestro propio listado de deseos de los "12 días de Navidad" de las peleas que nos interesaría ver, sin importar dificultades entre promotores u otras situaciones. Manténgase atento en los próximos días para que vea nuevas peleas, discutir nuestras selecciones o recomendar las suyas a través de #BoxeoESPN.

Cuando se trata de los enfrentamientos por los que deseamos abiertamente, a veces el encanto de qué está en juego puede ser sobrepasado por las personalidades involucradas y las expectativas acerca de qué tipo de fuegos artificiales podría producir la pelea.

Quizá no exista ninguna confrontación que mejor describa esta ecuación que una entre el campeón supermedio Carl Froch, de Inglaterra, y Julio César Chávez Jr., de México, con la buena noticia de que es una que muy probablemente podría realizarse en algún punto de 2014.

Seguro, los dos títulos de Froch en las 168 libras serían un premio muy valioso para disputar. Pero pasan a segundo término cuando son comparados con la idea de dos peleadores imparables, con bases de aficionados apasionadas, enfrentándose en el escenario más grande.

Los títulos, en este caso, serían algo trivial en gran parte porque Chávez (47-1-1, 32 KOs) es, de muchas formas, un peleador sin una división o identidad solidificada. Su peso fluctuante sigue siendo una interrogante, al igual que su compromiso hacia este deporte.

Pero si Chávez, de 27 años, comprueba o no que simplemente es el hijo de un legendario boxeador con el mismo nombre, o bien un púgil que se acerca más al obstinado caballo de guerra que alguna vez tuvo al campeón medio Sergio Martínez a unos segundos de ser extinguido, cada visita suya dentro del ring es un evento imperdible.

Desde los intangibles codiciados de Chávez como el valor del nombre, poder noqueador y mentón de piedra, hasta sus comportamientos de niño malcriado y múltiples roces con la controversia, él sabe cómo entretener. Y ponerlo contra uno de los principales maestros de la conversación chatarra como Froch quien, de paso, trae su propia dosis de poder, mentón y estilo temerario, solamente sacaría lo mejor de ambos peleadores.

Lo que hace la confrontación más interesante, incluso ante las interrogantes de Chávez, es el hecho de que Froch (32-2, 23 KO), de 36 años, está lidiando con sus propios cuestionamientos. Al llegar a su pelea de noviembre ante el invicto George Groves como uno de los mejores entre la élite libra-por-libra del deporte, los bonos de Froch bajaron ante su controversial victoria por knockout, en donde fue enviado a la lona y mostró las huellas de la edad.

Froch ha sido muy abierto acerca de querer asegurar una o dos "mega peleas" más antes de retirarse. Poner a dos trenes a toda velocidad y en camino a una colisión nunca había sonado tan bien.

Así que pongan en marcha esos programas documentales previos a la pelea, que seguramente serán oro puro con estas personalidades involucradas, y abrochen sus cinturones la noche de la pelea. Ambos han mostrado cierto talento para el drama al final de la pelea, y ninguno sabe cómo dar un paso hacia atrás.