<
>

¿Qué ofrece Kyle Orton a los Cowboys?

MÉXICO -- Quizás aquello de que los diciembres no son para Tony Romo no debe ser una atribución personal, sino colectiva para los Dallas Cowboys.

Este lunes, Adam Schefter de ESPN reportó que el mariscal de campo se perdería el resto de la temporada por una lesión en la espalda sufrida durante el juego que Romo rescató para los Cowboys ante los Washington Redskins en FedEx Field con una remontada que puntualizó con pase de anotación en cuarta oportunidad y gol desde la yarda 10 con un minuto por jugar.

Los Cowboys llegan a la temida Semana 17 por tercer año consecutivo enfrentando un partido de vida o muerte para sus aspiraciones de playoffs en contra del rival divisional que, de ganar, se quedaría con el último boleto para la postemporada. Incluso, el encuentro próximo entre Dallas y los Philadelphia Eagles fue movido por la liga al horario estelar nocturno, para poner punto final a la campaña regular.

Este año, los Cowboys llegarán sin su mariscal de campo titular.

Por más que Jason Garrett se empeñe en no querer descartar a Romo para el domingo, pese a que los reportes de los medios citan a fuentes en el sentido contrario, el panorama no luce bueno para Dallas. El mismo Garrett no quiso descartar al apoyador Sean Lee hasta el viernes pasado para el cotejo ante los Redskins, así que no hay muchos motivos para suponer que quiera sacar la posibilidad de Romo de la baraja desde el lunes, pensando en querer obligar a Philly a prepararse para dos mariscales de campo.

Será imposible que los Cowboys no sientan sobre el terreno de juego el próximo domingo por la noche en su majestuoso AT&T Stadium en Arlington, la ausencia de los 31 pases de touchdown contra apenas 10 intercepciones que ha lanzado Romo en el año. Por más que los críticos deseen magnificar esas intercepciones, son menos que las de Joe Flacco, Matthew Stafford, Andy Dalton, Drew Brees, Cam Newton, Robert Griffin III y Ben Roethlisberger, sólo por mencionar a algunos. Y por más que se quieran minimizar esos 31 touchdowns, son más que los de Tom Brady, Russell Wilson, Nick Foles, Alex Smith, Andrew Luck, Philip Rivers, Roethlisberger, Newton y Griffin, nuevamente, sólo por mencionar a los más destacados.

En su lugar, jugará Kyle Orton, a quien para juntarle una cantidad de touchdowns similar a su nombre (30), debemos remontarnos hasta el 2010. No, no es que en el 2010, Orton haya lanzado 30 pases de anotación, sino es la cantidad que ha lanzado desde ese año a la fecha, es decir, en casi cuatro años. En el mismo lapso, Orton acumula 18 intercepciones, y un registro como titular de 6-10 para los Denver Broncos y Kansas City Chiefs. En dos años en Dallas, Orton nunca ha iniciado un encuentro.

Es más, la mayor cantidad de pases de anotación que ha lanzado Orton como mariscal de campo titular es 21, cifra que alcanzó en el 2009. Romo ha lanzado al menos 26 pases de anotación seis veces en su carrera.

Imaginar que los Cowboys no pierden con Orton en los controles en lugar de Romo --y considerando que Orton ha recibido una fracción de repeticiones en prácticas a lo largo de sus dos años en Valley Ranch-- es cerrar los ojos ante lo obvio.

Imagino que a varios aficionados de Dallas empezaron a sentir cierto nerviosismo por el duelo en puerta ante los Eagles después de ver la actuación de Philadelphia el pasado domingo por la noche, arrollando por completo a unos Chicago Bears que lucieron indefensos a lo largo de la velada ante un ataque terrestre demoledor. Ahora LeSean McCoy, líder corredor de la NFL, y Nick Foles, un mariscal de campo con números similares a los de Peyton Manning desde que asumió de forma definitiva la titularidad para los Eagles, visitarán a la peor unidad defensiva de la liga.

El mejor momento de Orton como profesional llegó en el 2008-2009. En ese par de años, lideró a los Bears a una marca de 9-6 y 8-7 como titular, lanzando 39 touchdowns contra 24 intercepciones a lo largo de las dos campañas, apoyándose en el trabajo de un sólido ataque terrestre y una defensiva de élite en Chicago.

Este domingo, contará con un sólido ataque terrestre pero también con un grupo de entrenadores que se apresuran a abandonarlo.

¿Y la defensiva de élite? Bueno, contará con lo más lejano posible a ese concepto.

Dallas intentará revertir la negativa tendencia de los dos años pasados con un plantel aparentemente inferior al que han tenido en las oportunidades previas, y ahora lo harán dirigidos a la ofensiva por el mariscal de campo que no pudo defender su empleo ante Rex Grossman o Tim Tebow.

Todo puede pasar en un domingo cualquiera, y sería una irresponsabilidad dar por descontado a Dallas desde el lunes, para un partido en domingo. Sin embargo, lo que no puede negarse de ninguna manera, es que la ventana de acceso a los playoffs para los Cowboys --y de paso a su primera temporada con marca ganadora 2009, se acaba de reducir significativamente con la noticia de la lesión de Romo.