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América: la "vida" sin Miguel Herrera

No será sencillo para el afamado y pasional equipo mexicano mantenerse en el mismo estatus en que lo dejó el hoy entrenador de la selección mexicana de futbol. El América, campeón y sub-campeón de los dos torneos del 2013, tendrá que acomodarse a la presencia de un nuevo entrenador. Y no es que Antonio Mohamed no cuente con la capacidad para hacer el trabajo, pero el equipo se acostumbró en los últimos meses a actuar bajo la idea y la personalidad de un hombre como Miguel Herrera. Ese proceso le puede, sin duda, costar al América y los americanistas. Es, después de todo, como volver a empezar...

LOS ANGELES, CA.- La "vida" sin Miguel Herrera para el América y para el americanismo podría ser más complicada de lo que todos suponen.

Una nueva era del pasional club comienza este sábado, cuando Antonio "El Turco" Mohamed aparezca por primera vez en la banca americanista. La pregunta más intrigante y poderosa del torneo mexicano que está comenzando podría ser si el América será capaz de mantener su papel protagónico más allá de la ausencia de Miguel Herrera.

Hay quienes creen que el América tendrá lo suficiente para pelear por el campeonato con o sin el hoy entrenador de la selección mexicana, que su plantel sólido, basto, una idea de juego muy definida y un Mohamed que sabrá encontrar la manera de darle continuidad no solo al trabajo sino también a los resultados de la última época será suficiente para mantenerles en el mismo nivel. Hay, sin embargo, otra clase de opiniones con respecto al mismo tema.

Herrera llegó al América hace un par de años con el club convertido en "cenizas". Sus antecesores, americanistas de cuna como Carlos Reinoso y Alfredo Tena, habían dejado al equipo en los últimos lugares de la tabla, sin un estilo de juego, sin la capacidad de ganar y con el americanismo alejado de la tribuna y del espíritu mismo del equipo. "El Piojo" encontró la manera de que todo se revirtiera. Transformó el estilo de juego del América, le devolvió la garra y la entrega que había perdido y lo ubicó en los primeros sitios de la competencia. El América estaba, finalmente, en el sitio que merecía estar.

Mohamed es un buen entrenador. Lo demostró hace poco más de un año cuando condujo a un equipo modesto como el Tijuana hasta el título de la Liga, pero dirigir al América tiene otro tipo de connotaciones, de presiones, de situaciones que prometen sacar lo mejor y lo peor del "Turco". Para empezar, su estilo de juego es diferente al de Miguel Herrera -ni más ni menos efectivo, solo distinto- y su manera de relacionarse con los jugadores, con los directivos y los aficionados también es diferente. Por razones extraordinarias -que no fue propiamente una crisis- el América tiene un nuevo entrenador y tendría, en apariencia, que cumplir un proceso para adaptarse a ese nuevo proceso.

El América terminó reforzándose con solo un par de jugadores. El defensor paraguayo Pablo Aguilar, que fue campeón con Mohamed en Xolos y el delantero argentino Andres Ríos -ex River Plate- que tratará de llenar el espacio que jamás pudo llenar Narciso Mina, una herencia desde los días del ecuatoriano Christian Benitez (QEPD). El América terminó el torneo suplicando por contundencia ante el marco, situación que pareció costarle el campeonato frente al León.

La "vida" sin Miguel Herrera no será sencilla para el América. Hay un nuevo entrenador, una nueva forma de comunicarse y un estilo distinto para entender y ejecutar el futbol. Es o será casi como volver a empezar.

@Faitelson_ESPN