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Los vericuetos del éxito

Nairo Quintana se inclinó por correr el Giro en lugar del Tour Getty

BRISTOL -- No importa el terreno, la longitud o la clasificación de la carrera en la que participe, cada pedalada de Nairo Quintana lleva ya la firma de un referente en el ciclismo profesional a los casi 24 años cumplidos. El pequeño dinamo colombiano tiene un camino similar al que nos enseñaron Andy Schleck y Alberto Contador al inicio de su carrera y que a diferencia de ellos puede quizás ser más rica por la casi militar disciplina mental que tiene el hombre de Tunja.

Conseguir títulos temprano en la temporada después de su gran campaña 2013 puede ser un incentivo pero también se puede convertir en una loza con la que cargar durante los próximos meses. Es notable el olfato, la inteligencia y la fortaleza de Quintana en la carretera pero el reto es ahora dominar las expectativas que la prensa y el público le adjudicamos a este corredor que se adapta más lentamente a su diálogo con los micrófonos que al que sostiene todos los días con su bicicleta.

Nairo no es ajeno a su realidad: sabe que arrastra la atención de las masas que se identifican con él pero a la vez es su voz interna la que le exige ser el mejor porque el sabe que está en camino a serlo. Esto quizás puede crearle un conflicto para definir el rumbo personal y de equipo, uno que con mucho respeto ha dejado en manos del director del Movistar Eusebio Unzué.

Después de demostrar el dominio en todos terrenos al lado de las piezas adecuadas en el Tour de San Luis, Don Nairo seguramente mascullaba la idea de que la escuadra hiciera algún cambio a la idea de ponerlo como capitán para el Giro de Italia, pero la decisión no cambió. Quintana irá a la corsa rosa y Alejandro Valverde será capo para el Tour de France.

El año pasado el infortunio se le cruzó una vez más al corredor murciano en el Tour pero era evidente su buena forma. El Movistar traía al mejor equipo y esa fue la clave. En 2014 puede que veamos la última oportunidad para que Valverde finalmente haga podio en la ronda gala pero eso dependerá de la corte que lo acompañe.

Muchos quizás no lo sepan pero el programado estreno de Nairo en las grandes estaba supuesto a ser el Giro de Italia en 2012, aunque al final Unzué decidió no mandarlo y ponerlo a rodar en carreras como el Criterium Dauphine, tomando en cuenta sus buenos resultados en el Tour de L'Avenir y no se equivocó. Nairo se dio cuenta que las cimas en Francia le iban bien. Un año después vimos los resultados en el podio de Campos Elíseos.

Para tener validación el éxito tiene que ser sometido a todas las variantes posibles y el Giro con su extraordinaria montaña es un nuevo sinodal para el colombiano. Las cronos individuales son más cortas -una de ellas cronoesclada- y con llegadas en alto las expectativas crecen para Nairo. Además tendrá a un amigo y rival que le aventaja en experiencia y que ya ha hecho podio en Italia, Rigoberto Urán, quien también lleva la consigna de subir al cajón más alto del podio. Más allá de otros rivales como Richie Porte, Cadel Evans o Purito Rodríguez el duelo entre los colombianos será uno que robe cámara durante 3 semanas en mayo.

Nairo entra apenas a su tercer año en el máximo circuito profesional y le quedan por descubrir muchas vetas a su potencial deportivo. Las carreras mas equilibradas se alimentan de la variedad y no de la obsesión, de desarrollar capacidad de adaptación y traducirla en experiencia. La máquina de Quintana está aún intacta, no vemos el caso de que la force si la puede afinar.

Ahora el paquete está en manos de la dirección del Movistar que tendrá que saber elegir a los ocho compañeros ideales para ambos escenarios y así validar la capitanía de ambos corredores. Lo que es un hecho es que Don Nairo tiene en sus piernas perpetuar por tercer año la maglia blanca para Colombia en el Giro, la posibilidad de ser Rey de la montaña y subir al podio, tal y como lo hizo en el Tour de France... Y ese trio nadie lo ha hecho en años consecutivos desde que se estableció la camiseta para los mejores jóvenes, algo solamente para alguien como Eddy Merckx.