Había prisa, impaciencia y hasta cierto temor por sepultar rápidamente el hasta cierto punto insólito cuento de un futbolista de 24 años, jugador de ligas europeas, que en plenitud de facultades, en uno de los mejores momentos de su carrera decidió no solo decirle "no" a la Selección Mexicana de futbol, también al máximo evento con el que puede soñar un futbolista: la Copa del Mundo. Nadie abre la boca, nadie levanta la mano, nadie aporta y todo se trata de tapar como se ha hecho históricamente en el futbol mexicanos con los temas más escabrosos. Hay que conocer la verdad, la verdad no le pertenece a Carlos Vela, ni a Compeán, ni a Néstor o al "Chepo", la verdad le pertenece a las futuras generaciones y al aficionado al futbol.
LOS ANGELES, CA -- Se supone que los tiempos en los cuales en México le poníamos "punto final" a los temas más escabrosos o comprometidos se habían terminado.
Lo que para Miguel Herrera y para Justino Compeán es un "punto final", yo le agregaría, en beneficio
directo del futbol mexicano y de las futuras generaciones, unos "puntos suspensivos...".
Había prisa, impaciencia y hasta cierto temor por sepultar rápidamente el tema de Carlos Vela, el hasta cierto punto insólito cuento de un futbolista de 24 años, jugador de ligas europeas, que en plenitud de facultades, en uno de los mejores momentos de su carrera decidió no solo decirle "no" a la Selección Mexicana de futbol, también al máximo evento con el que puede soñar un futbolista: la Copa del Mundo.
Y si Vela no explica demasiado en la carta que envía a los medios, la Federación Mexicana de Futbol muestra, por su parte, un cínico silencio.
Hay algunos nombres que parecerían ser decisivos para conocer más del tema y de las verdaderas razones del futbolista. El primero tendría que ser Justino Compeán, el presidente de la FMF, un "presidente fantasma", cansado y golpeado por los acontecimientos del último año, con grandes resultados en ventas y términos económicos, pero ya sin credibilidad en su gestión deportiva, un hombre que después del Mundial dejará voluntariamente su cargo. Él, Don Justino, podría decirnos algo más y no enviar el asunto al famoso archivo federativo, ese que almacena y almacena historias ocultas y situaciones escabrosas jamás resueltas.
El otro nombre es el de Néstor de la Torre, el hombre que decidió castigar a Carlos Vela después de aquel escándalo en la fiesta del hotel Camino Real de Monterrey tras un partido de preparación ante Colombia en septiembre del 2010. Escuche a Néstor referirse al tema temprano en la semana y pareció depositar todo al carácter y a la personalidad, de algún modo, "extraña" de Carlos Vela. Yo, la verdad, no compro totalmente esa idea. Me parece que Néstor sabe más y que decidió callarse la boca o "lavarse la manos".
Y el tercer implicado sigue sin aparecer. Se llama José Manuel "El Chepo" de la Torre, el ex técnico de la Selección Mexicana que sufrió un terrible fracaso en pleno proceso eliminatorio. "El Chepo" convocó para un par de partidos preparatorios a Vela y lo utilizó poco. Supongo que algo sabrá sobre el tema el ex entrenador nacional que de paso, además de Carlos Vela, podría explicarnos otros asuntos que quedaron pendientes en medio de la alegría y de la gesta para clasificar al Mundial. La relación "Chepo"-Vela fue siempre tirante. El entrenador lo convocaba y Vela decía que no.
Uno de los eternos problemas del futbol mexicano es tapar, esconder, sepultar los temas cuando en realidad hay que afrontarlos. Y no se trata de Vela en lo particular, se trata de entender el por qué un futbolista joven decide, de pronto, renunciar a un privilegio que muchos quisieran tener. No, para mí no hay un "punto final", hay "puntos suspensivos" porque nuestros futbolistas y nuestros aficionados al futbol merecen otra clase de explicación acorde con los tiempos que vivimos.
@Faitelson_ESPN