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La novelas de la primavera

Ya pasó el invierno con sus novelas habituales relacionadas con las firmas de agentes libres y canjes de peloteros.

Abiertos los campos de entrenamiento, comienzan ahora las novelas de primavera, con muchos dimes y diretes extradeportivos, más allá de las luchas normales que se establecen por la titularidad en diferentes posiciones.

Kevin Long, entrenador de bateo de los Yankees de Nueva York, acaba de encender una llama innecesaria, al arremeter de manera extemporánea contra Robinson Canó, el segunda base dominicano que firmó un megacontrato de 240 millones de dólares con los Marineros de Seattle.

Según Long, nunca consiguió que Canó corriera fuerte hacia primera base cuando bateaba un roletazo por el cuadro.

¿A qué viene eso ahora? Sabido es que el dominicano tiene tendencia a la vagancia en determinadas situaciones, pero si Long no logró sacarle ese extra, no es este el momento de criticarlo.

Mal parado queda el coach con estas declaraciones, porque, en primer lugar, denota su incapacidad para imponer la disciplina a sus jugadores.

Ya no es momento de esas críticas. Si Canó no corre fuerte, ya le tocará al alto mando de los Marineros ponerlo en su lugar.

Además, Long simplemente está sangrando por la herida y muestra un resentimiento por la pérdida de un gran jugador, que puede haber tomado una decisión discutible, pero suya, a fin de cuentas.

Y hablando de resentimiento, el japonés, además de ser un gran pitcher, es un tipo envidioso.

Si no, ¿a qué vienen sus comentarios venenosos sobre el contrato de 155 millones que los Yankees le dieron a su compatriota Masahiro Tanaka?

Es cierto que de alguna manera, las faenas de Darvish, Hiroki Kuroda e Hisashi Iwakuma ayudaron a cimentar el camino de Tanaka hacia las Grandes Ligas.

Pero lo que convenció a la gerencia de Nueva York a abrir la billetera de par en par fueron sus impresionantes números de 24 victorias sin derrota y efectividad de 1.27 en la pasada campaña de la Liga Profesional Japonesa. Y en eso nada tuvieron que ver ni Darvish, ni Iwakuma, ni Kuroda.

Así que, Darvish-san, deje de estarle cuidando el dinero a los Yankees. Si hubiera sido él a quien contrataran por 155 millones, de seguro no estaría diciendo que era mucho dinero.

De todos modos, gracias por escribir un capítulo de estas novelitas de primavera, cuyo actor principal, a todas luces, va siendo Derek Jeter con su anuncio de retiro cuando finalice esta temporada.

Dice Jeter que es hora de enfocarse en otros asuntos de su vida y ya me imagino a unas cuantas bellezas frotándose las manos porque al parecer, se acerca el momento de capturar al soltero más codiciado y resbaladizo de Nueva York.