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León, Santos: Atreverse donde nadie lo ha hecho

EFE

Ganar una Copa Libertadores es una "nota" pendiente en la agenda de los equipos mexicanos. No solo tiene dos grandes planteles, dos entrenadores inteligentes y osados, también tienen el poder estructural y la capacidad de tomar decisiones importantes en cuanto a la competencia, a las cargas de trabajo y a las prioridades. Es decir, León y Santos pueden, con una mano en la cintura y la otra enfocada en la cabeza, sacudirse los grilletes históricos y los siempre poderosos intereses para dejar de lado el torneo doméstico y concentrase en el evento continental.

LOS ANGELES, CA.- Todos insinuaron algo, quisieron hacerlo, amagaron con terminarlo. Todos se quedaron en acercamientos.

La tarea parecía reservada para uno de los llamados "grandes". Cruz Azul y Chivas se acercaron más que otros a esa posibilidad y el América coqueteo con la idea en al menos un par de "noches calientes" en el Estadio Azteca, pero hasta ahí nada más. Todos se quedaron en aproximaciones.

La semana sirvió para enviar dos mensajes claros y contundentes del futbol mexicano, ambos procedentes de dos equipos de convocatoria regional, hacia el sur del continente. Llegó el momento de hacer lo que nadie ha hecho antes: ganar la Copa Libertadores de América.

Y para ello, León y Santos no solo tiene dos grandes planteles, dos entrenadores inteligentes y osados, también tienen el poder estructural y la capacidad de tomar decisiones importantes en cuanto a la competencia, a las cargas de trabajo y a las prioridades. Es decir, León y Santos pueden, con una mano en la cintura y la otra enfocada en la cabeza, sacudirse los grilletes históricos y los siempre poderosos intereses para dejar de lado el torneo de Liga y concentrase en el evento continental.

Justo a tiempo, el León recuperó la memoria futbolística, el estilo y las condiciones que le llevaron a la brillante obtención de un campeonato en México. El equipo de Matosas se paró con personalidad, fuerza, idea, recursos futbolísticos y fondo físico en la siempre complicada cancha de La Paz. No se llevó los tres puntos porque no quiso. Horas antes, Santos realizaba un juego inteligente y capaz sobre el histórico pasto del Estadio Centenario de Montevideo. Tres valiosos puntos ante el rival más peligroso de su grupo, el legendario Peñarol uruguayo, fueron el premio para el trabajo santista.

Es demasiado pronto para hablar de posibilidades. La Copa Libertadores de un año -o mejor dicho de un semestre- mundialista siempre es compleja. Afectan las convocatorias, los largos viajes, el cansancio y como siempre la necesidad económica de no alejarse totalmente de tu torneo doméstico. Es y será importante que las aficiones de ambos clubes entiendan cual es la intención de este proyecto y que una mala racha en la Liga sea compensada con seguir avanzando a paso firme en el torneo continental.

Contra todo: contra la historia, la costumbre, los intereses, contra el cansancio, León y Santos parecen tener los argumentos futbolísticos para tratar de lograr los que otros clubes mexicanos dejaron pendiente en la agenda: ganar una Copa Libertadores de América.

@Faitelson_ESPN