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Un megacontrato sin sentido

Arte Moreno, propietario de los Angelinos de Los Angeles, estaría a punto de estremecer hasta los cimientos el mercado del béisbol.

Insistentes rumores apuntan a que el equipo le ofrecerá una extensión contractual a Mike Trout en el orden de los diez años y...¡400 millones de dólares!

De ser cierto esto, Moreno estaría provocando un impacto posiblemente mayor al que causó Tom Hicks cuando era propietario de los Texas Rangers y contrató en el 2001 a Alex Rodríguez por 252 millones en diez campañas.

Han pasado 14 años y ya otros cinco jugadores sobrepasaron los 200 millones en sus respectivos convenios, pero nadie aún rompió la barrera de los 300 millones.

Trout es el jugador más completo de todo el béisbol, como lo era A-Rod en el momento de su megacontrato con Texas, pero la diferencia está en que el dominicano llegó a los Rangers por la vía de la agencia libre.

Una extensión contractual por ese monto exagerado carece de todo sentido, con todo y que se trate del mejor jugador de la actualidad.

Veámoslo como un negocio, como lo que es, más allá del aspecto deportivo.

El jardinero de los Angelinos es ahora mismo una de las gangas mayores de todo el béisbol, sino la mayor.

Tener al mejor pelotero del mundo por medio millón de dólares es el sueño de cualquier economista relacionado con el béisbol, porque la productividad, tanto en las estadísticas que pone sobre el terreno, como lo que representa en ventas de mercadería, hace que la contabilidad esté siempre en números positivos.

Si bien es cierto que suena injusto que el mejor no gane como el mejor, también es real que todo se reduce a una cuestión de "timming", de oportunidad.

Por las reglas del mercado, el pelotero estadounidense llega a las Mayores en desventaja financiera con los extranjeros, que pueden acceder de inmediato a grandes contratos como agentes libres.

Pero Trout tuvo que entrar por el draft amateur, con salario mínimo incluido.

Si Moreno quiere ser generoso y compensar a su estrella, perfectamente puede sumarle algunos millones a su salario anual, pero sin necesidad de disparar las alarmas con 400 millones, porque, a fin de cuentas, Trout no puede irse a ninguna parte.

Apenas en el 2015 el muchacho será elegible para arbitraje salarial y no se convertirá en agente libre hasta el 2018.

Entonces, ¿por qué tirar el dinero así como así, si Trout está atado a los Angelinos por los próximos cuatro años?

Tiempo es lo que se sobra para hablar más adelante de una extensión con tal de conservarlo en las filas angelinas por el resto de su carrera, que se augura brillante.

Incluso, si las cifras fueran menores, en el rango de los 150 millones y seis temporadas, tampoco tendría mucha lógica, más allá de recompensar el buen trabajo realizado hasta ahora por el jugador.

Pero Arte Moreno no se la piensa mucho a la hora de abrir la billetera, a pesar de que los grandes contratos que concedió últimamente han sido rotundos fracasos.
Quizás no tenga ya en qué gastar su dinero. O tal vez lo que le falta es imaginación.