<
>

El América no puede vivir del futuro

El director técnico del América cuenta con el respaldo de la directiva Águila, pese a los últimos resultados Mexsport

Mohamed dice que no hay que descartarlo para campeón y tiene razón, pero es el presente es el que preocupa a los americanistas. Tres derrotas en fila en casa no son normales en ningún equipo, mucho menos en el América, que vive siempre en la necesidad de provocar críticas y defenderse de las críticas. El América es un equipo "sui generis", que vive de y para la crítica, que provoca amor y odio, que puede soportar una, dos o tres derrotas pero que no puede, por naturaleza, pasar desapercibido. Así es el América y Mohamed lo sabe.

LOS ANGELES, CA.- Como en sus buenos días de futbolista, donde tomaba el balón y siempre aportaba un rasgo de su genialidad para provocarle daño al rival, Antonio Mohamed está otra vez al ataque: "Valiente el que nos descarte", suelta en tono irónico y quizá hasta amenazante el técnico americanista, antes de rematar: "Las cuentas las hacemos al final".

Con aparente tranquilidad y sangre fría, Mohamed está afrontando su primera gran crisis al frente del América, un equipo cuya responsabilidad y peso conoce y reconoce bien el argentino. El América, a diferencia del Tijuana del Huracán o del Banfield, no puede darse ciertos lujos, incluido el perder tres partidos consecutivos en casa sin esperar repercusiones a cambio.

El América no está bien. Lo saben sus aficionados más acérrimos, sus futbolistas, sus defensores a ultranza y el propio entrenador, pero tampoco podemos pensar que esta debacle o curva en su rendimiento se originó justo con la llegada del entrenador argentino. En la parte final de los -llamémosle- "días gloriosos" de Miguel Herrera, el América ya acusaba cierto cansancio y angustia en su futbol. Recordemos el pasaje de la final en el Azteca, donde el León prácticamente le pasó por encima mientras Herrera se justifica en el arbitraje.

Algunos otros creen, que la curva de rendimiento del América cambió a partir de la aportación que hizo, casi del equipo completo, para viajar a Nueva Zelanda y ganar el boleto mundialista a nombre del futbol mexicano. Pero eso es historia. El América vive del presente y no tanto del futuro como quiere dar a entender Mohamed retando a quien se atreva a desclasificarlos de la posibilidad de ganar el título en la jornada 10 de un torneo mexicano que, como siempre, está fundido en la mediocridad.

Además de la irregularidad que ya le acompañaba, el América parece vivir en la confusión de un cambio de entrenador, de idea, de estilo y de manera de comunicar las cosas. Tiene momentos donde juega bien, convence y tiene otros donde, sinmplemente, desaparece de la cancha.

Mohamed no se equivoca cuando dice que la situación no debe ser demasiado alarmante cuando siguen entre los cinco mejores de la tabla general, pero él sabe que el torneo mexicano siempre es engañoso en ese sentido y que el América es un equipo que será analizado y criticado cada fin de semana. Así como hace unos meses se quejaba de falta de atención en los Xolos de Tijuana, hoy tiene, como es normal en el entorno americanista, una atención profunda e inmediata.

El América es y seguirá siendo candidato al título. Lo es también Tigres, que ocupa los últimos lugares de la tabla y que intenta despertar. Así es el torneo mexicano. Nadie puede ni debe descartar al América, pero Mohamed debe entender que la vida de un equipo "grande" siempre es tormentosa, siempre tiene espacio para controversias y siempre hay lugar para tejer historias y perseguir "fantasmas". El América es un equipo "sui generis", que vive de y para la crítica, que provoca amor y odio, que puede soportar una, dos o tres derrotas pero que no puede, por naturaleza, pasar desapercibido. Así es el América y Mohamed lo sabe.

@Faitelson_ESPN