<
>

Repeticiones no acaban con controversia

Umpires de 2ª y 3ª base, John Tumpane y John Hirschbeck, revisan una jugada cerrada en PNC Park. Justin K. Aller/Getty Images

Han pasado cuatro días desde que el uso expandido de las repeticiones fue implementado y yo me siento como si me hubiese estrellado contra la pared de ladrillos de Wrigley antes de que la hiedra fuese plantada.

Me duele la cabeza al intentar entender algunas de las reglas nuevas y sus consecuencias. Estamos consiguiendo que más cobros sean correctos -- algo tan admirable como necesario -- pero todavía estamos siendo testigos de instancias de controversia y confusión. El problema es que el año pasado nosotros simplemente podíamos culpar a los umpires, ¿y qué es más tradicional que eso? (Lo siento, umps). ¿Ahora a quién le gritamos? ¿A los umpires? ¿A los umpires que repasan las jugadas desde Nueva York? ¿Al manager de tu equipo por desperdiciar al desafío de tu equipo en una jugada cobrada correctamente? ¿A los camarógrafos por no conseguir el ángulo perfecto de la jugada? ¿A Joe Torre? ¿Alex Rodriguez?

Ten cuidado con lo que deseas. Deberíamos haber sabido por nuestra experiencia viendo partidos de la NFL que las repeticiones no iban a ser un éxito indiscutido, pero eso no quiere decir que los primeros días no hayan sido frustrantes.

El miércoles, por ejemplo, los Piratas iban ganando contra los Cachorros por 2-0 en la octava entrada cuando los Cachorros llenaron las bases con un out. El batazo de Nate Schierholtz fue hacia el segunda base Neil Walker y los Piratas ejecutaron una doble matanza 6-4-3. El lanzador de los Piratas Mark Melancon festejó con el punio cerrado, creyendo que él se había escapado del problema.

Excepto que el lanzamiento de Walker para el campocorto Jordy Mercer se fue desviado de la segunda base y las repeticiones demostraron que Mercer no había pisado la base. Rick Rentería, manager de los Cachorros, salió a protestar. Los umpires consultaron con el centro de operaciones donde se repasan las repeticiones y la jugada fue enmendada, dándole a los Cachorros su primer carrera del juego.

¿Simple, no? No tan rápido. Las reglas de la repetición dicen que la jugada del vecindario en segunda base -- cuando el defensor puede dejar la base una fracción de segundo antes para no ser atropellado por el corredor que se avecina -- no es revisable. Por otro lado, la jugada forzada si lo es. Las dos cosas se contradicen ya que la jugada del vecindario también es forzada.

Yo diría que en este caso los umpires hicieron lo correcto. Mercer no pisó la base no porque haya estado eludiendo al corredor, pero debido a que Walker le pasó mal la pelota. Eso la convirtió en una jugada forzada, no una de vecindario. El veredicto terminó impactando al juego ya que los Cachorros anotaron su segunda carrera en la novena entrada para empatar el juego y mandarlo a las entradas extras (los Piratas terminaron llevándose la victoria en 16).

Torre, el vicepresidente ejecutivo de Operaciones de la MLB, estaría de acuerdo con esa teoría. Durante una entrevista con ESPN la semana pasada, él dijo que "Existe una jugada en segunda base conocida como la jugada de vecindario, la cual en realidad consiste del segunda base o el campocorto lanzando para una doble matanza sin quizás tocar la base al mismo tiempo en que él tiene la pelota. Esto es parte de una negociación con la asociación de jugadores así varios defensores no se ven obligados a quedarse ahí y posiblemente lesionarse ante la barrida. Así que no es algo donde alguien está estirándose para atrapar la pelota. Eso sería revisable -- cualquier tipo de lanzamiento alto que lo pueda haber sacado de la base".

Así que enmendar el cobro fue definitivamente lo correcto. De todas formas, hubo un poco de controversia por Twitter sobre la jugada de vecindario siendo revisada. También existió otra controversia más temprano ese mismo día cuando Adam Eaton, el jardinero central de los Medias Blances, atrapó o dejó caer a un batazo de rutina que estaba en el aire mientras cambiaba la pelota hacia su mano libre. La jugada fue originalmente cobrada como atrapada pero luego se cambió a un error a pesar de que las repeticiones no parecían ofrecer evidencia irrefutable sobre Eaton perdiendo el control de la pelota. Trevor Plouffe, el corredor que estaba en primera base, fue movido a segunda a pesar de que él había regresado a primera base.

Todo esto sucedió además de la jugada en el plato durante el partido del martes entre los Gigantes y los Diamondbacks, la cual Bruce Bochy no pudo desafiar debido a que él ya había utilizado su desafío en una jugada anterior. También está la difícil jugada en el plato durante la cual los corredores ya no pueden bajar el hombre a propósito para derribar al catcher, pero los catchers tampoco se supone que pueden bloquear el plato intencionalmente. Buena suerte intentando descifrar algunas de esas jugadas (aunque el béisbol universitario ha logrado jugar sin problemas con la prohibición de choques en el plato).

Así que estamos aprendiendo que la repetición no va a ser un sistema perfecto. Las demoras, que generalmente son cortas, en realidad sí parecen darle una pausa poco natural al juego, pero considerando que este es un deporte en el que Josh Beckett se puede tomar 30 segundos o más entre lanzamientos o en el que los bateadores pueden alejarse de la caja de bateo y recitar el poema "Kubla Khan" de Coleridge mientras se ajustan los guantes, no deberíamos quejarnos demasiado.

Yo sí, sin embargo, ya extraño a los managers gritándole a los hombres vestidos de azul, aun si esto pronto va a parecer una reliquia del pasado del béisbol, como las paredes sin hiedra de Wrigley.