<
>

Cruz Azul pone fin a espejismo de América

LOS ÁNGELES -- Hace una semana, El Nido se llenaba de los excesos de una victoria.

Hace una semana, el cataclismo Vergara azotaba el Rebaño con los excesos de una derrota.

Y este sábado, lo impostergable del futbol hace un reacomodo dramático. El Nido lamenta. El Rebaño celebra. De nuevo, en el marco de los excesos.

Así como Chivas no fue tan malo al recibir ese 4-0 víctima de esa parodia de defensa que fue en el Omnilife, América entendió ya que no era tan bueno como ese espejismo rimbombante del mismo 4-0.

Los dos, entonces, fueron víctimas y bufones del mismo engaño.

América reencontró su realidad ante Cruz Azul: fue borrado de la cancha y aquel 4-0 se convierte en una baratija.

Chivas recibió un resarcimiento de Pachuca, porque, ojo, los Tuzos perpetran suicido, con los mismo cánones de desventura y desgracia, con los que el mismo Guadalajara había perdido el Clásico en el Omnilife.

Esto lleva a sus respectivas conclusiones.

1.- ¿Qué ocurre en los jugadores del América? Fueron capaces de rescatar al Tri en el segundo tiempo ante EEUU en un cambio de actitud y de futbol, pero ¿se quedaron sin respuesta ante Cruz Azul?

¿Corrobora esto que hay una clandestina, -ojo, clandestina, no perversa-, dependencia y sociedad entre Miguel Herrera y sus seleccionados americanistas, y que Antonio Mohamed no ha encontrado ese punto de enamoramiento?

Decíamos en la anterior entrega: esto no justifica al jugador, lo hace cómplice de su actual entrenador que, es evidente, tiene más entendederas para cambiar de lentes de mil dólares para cada partido, que para hacer cambios tácticos urgentes conforme al desarrollo del juego.

Si al técnico no le alcanza para más, si no puede más, si no sabe más, es culpa de quien lo eligió.

Pero, si los jugadores pasan de ser candil del Tri a oscuridad en el América, ellos están robando a la institución.

Lo cierto es que Mohamed puede seguir tranquilo. El América está acéfalo. Con la muda de Ricardo Peláez al Tri, nadie muestra la cabeza en El Nido, será porque en tiempos de pánico las avestruces meten la cabeza en el hoyo de la irresponsabilidad.

Pero en la ruta trágica del América como local, ha perdido cuatro de sus últimos cinco encuentros en el Estadio Azteca, y empatado el restante.

El Nido es cuarto en la Tabla General, gracias a Chivas que derrota a Pachuca y la diferencia de goles le permite irse arriba de Tuzos, pero, eso, es un espejismo, especialmente si no se olvida que nueve de los 20 puntos que tiene estuvieron envueltos en escándalo arbitral.

2.- Ricardo LaVolpe se hace cargo de Chivas. Como él lo mencionó, no haría cambios sustanciales. Tuvo a la fortuna de su lado, y el regreso espectacular de dos jugadores como los mejores que habían sido del Rebaño: un Carlos Fierro gladiador, y un Antonio Rodríguez inmaculado.

En Fierro, LaVolpe encontró el pilar del equipo. Lo exprimió. Literalmente. Fue su mejor hombre en la cancha. Con recorridos que sólo son resistibles por su juventud y compromiso. Y aparte genera goles.

Y volvemos al tema del discurso. José Luis Real, con el padrinazgo ejercido sobre el grupo, había empeñado la autoridad. La relación de credibilidad entre técnico y jugadores la habían dinamitado los resultados.

LaVolpe consiguió levantar a los vencidos. Los puso de pie. Los convenció de hacer lo suyo y los apegó a un orden de exigencia física que en Chivas no era desconocido, pero estaba olvidado, y porque además cuenta con el fondo físico para ello, reflejo del trabajo con el mejor preparador mexicano que hay, Guillermo Platanito Hernández.

¿Recuerdan la Conferencia de Prensa de José Luis Real el domingo pasado? Palabras más o palabras menos el Güero puntualizaba que seguramente de inmediato, el equipo dejaría de cometer los errores que había cometido ante América y anotaría las que había fallado ante América. Tuvo razón. Pero ya no está él para celebrarlo.

Chivas, con esta victoria está a seis puntos de nueve de meterse a la Liguilla y debe rescatarlos en casa ante Morelia y Monterrey, o tal vez incluso sumar alguno visitando a Pumas.

Y en la magia de 90 minutos, y con esa letra fina del futbol para escribir castigos, indultos, sentencias, perdones e ironías, de una semana a la otra, ambos clubes con 20 unidades, en El Nido hay responsos y en el Rebaño hay esperanzas.