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Hora de acabar con el abuso de sustancias

Parece ser que la noche del jueves no fue la primera vez que Michael Pineda había utilizado alguna sustancia extraña en su mano. Como se puede ver en la foto arriba en su primera salida del año en Toronto, luce como que tenía resina de pino en la palma de su mano.

Ya que ese juego se llevó a cabo bajo techo en Toronto, Pineda no puede utilizar la excusa del clima frío. Una rápida mirada a las fotos de sus días con los Marineros en el 2011, no revela nada sospechoso, así que cualquier cosa que Pineda pueda estar o no utilizando aparenta ser nueva.

"Yo no utilizo resina de pino", dijo Pineda luego del partido. "Es sucio. Yo sudo demasiado en las manos entre entradas". Suena un poco como la excusa que el lanzador de los Medias Rojas Clay Buchholz utilizó el año pasado cuando su antebrazo lució demasiado brillante.

A modo de referencia, aquí les mostramos la regla 8.02(A):

El lanzador no podrá --

(4) aplicar una sustancia extraña de ningún tipo a la pelota

(6) lanzar una pelota alterada de la manera descrita en la Regla 8.02(a)

Penalidad: El lanzador sera expulsado inmediatamente de juego y suspendido automáticamente.

En el 2012, el relevista de losRays de Tampa Bay Joel Peralta fue expulsado de juego y suspendido por ocho partidos luego de que se le encontrara resina de pino en su guante. El abridor de los Medias Rojas Jon Lester lució una extraña sustancia color verde en su guante en octubre pasado. Por supuesto, Pineda no fue expulsado de juego, así que no está claro si podría enfrentar una posible suspensión.

Como escribió Buster Olney en su blog hoy, esa podría ser la razón por la que los Medias Rojas no protestaron por la sustancia extraña en la mano de Pineda: Todo el mundo hace algo para lograr mejor agarre de la pelota.

La resina de pino de una de las maneras que se usa para lograr mejor agarre de la pelota. También se usa bloqueador solar, lo que parecía que estaba utilizando Buchholz en mayo pasado cuando el narrador de los Azulejos Jack Morris le acusó de lanzar la pelota ensalivada. A la luz del incidente de Buchholz, el reporter de Yahoo Jeff Passan reportó que, de acuerdo a sus fuentes, la mayoría de los lanzadores utilizan bloqueador solar en aerosol.

Passan escribió:

Dos lanzadores veteranos y una fuente cercana a los Medias Rojas le dijeron a Yahoo! Sports que cerca del 90 por ciento de los lanzadores de Grandes Ligas utilizan alguna forma de bloqueador solar en aerosol – casi siempre la marca BullFrog – el que combinado por tez rubia le da un agarre superior de la pelota. ...

... "Yo no entiendo la diferencia entre BullFrog y que los bateadores utilicen resina de pino", dijo el lanzador dela Liga Nacional. "No hay ninguna diferencia. El lanzador necesita mejor agarre para que sepa dónde va la pelota y que no golpee al bateador en la cabeza.

"Nunca he escuchado que afecte el movimiento de la pelota. Solo los rayazos en la pelota pueden causar algo así".

Aunque la mezcla con BullFrog podría no lograr movimiento antinatural de la pelota, los lanzadores admitieron que una vez logran dominar su uso – las pelotas quedan tan pegajosas que podrían rebotar a cinco pies del plato, por lo que toma tiempo el dominar su uso – incuestionablemente les ayuda. A mayor agarre de la pelota, más confiado puede estar el lanzador al soltar el envío. Mientras más se quede la pelota en sus dedos, mejor final tendrá su pitcheo.

Y en cuanto a la cita sobre los bateadores, el lanzador no menciona un punto obvio: Es legal que los bateadores utilicen resina de pino; es ilegal que un lanzador utilice una sustancia extraña.

Lo que nos lleva a pensar un poco: ¿Acaso el declive de la ofensiva en años recientes se puede deber a la proliferación del uso de bloqueador solar en aerosol? ¿Acaso es esta la razón por la que los lanzadores están en su mejor forma en los últimos 25 años? ¿Acaso es el BullFrog (o la resina de pino) para los lanzadores como fueron los esteroides para los bateadores?

A medida que la ofensiva sigue cuesta abajo, tal vez sea hora de que las Grandes Ligas se preparen para lidiar con otra oleada de abuso de sustancias.