LOS ÁNGELES.- ¿A qué va Cruz Azul a la Copa Mundial de Clubes? La misma pregunta ha sido hecha año tras año.
Sólo ha cambiado el protagonista. Monterrey, Pachuca, América, Atlante. Lo que no ha cambiado es la amargura del desenlace.
Todos han prometido aprender de sus propios errores y de los ajenos. Todos, sin embargo, se han tropezado en la primera etapa, y los menos en la segunda. Nada memorable, a no ser engordar el anecdotario de fracasos.
Cierto, al que levante la mano y piense que se puede vencer al triunfador de la Liga de Campeones de Europa, habrá que reservarle espacio en un nosocomio.
No hay manera de medirse sea quien sea el embajador europeo: Bayern Munich, Real Madrid, Chelsea o Atlético de Madrid.
Cruz Azul tiene a su favor todos los elementos para hacer un papel destacado en Marruecos 2014.
1.- Capital
Más allá de un conflicto legal y laboral que amaina, pero no se resuelve, La Máquina dispone de poder económico para buscar futbolistas y sumarlos de cara al compromiso.
Ojo: Cruz Azul tiene un plantel casi redondo. Si no hay lesiones, tiene un plantel competitivo, que además llegaría con el acumulado de un año jugando juntos.
Puede agregar a la lista de registro a algún jugador confiable que mantenga activo en su filial, y agregarlo al viaje definitivo.
2.- Tiempo
No se trata de abandonar el Apertura 2014, ni de concentrarse perniciosa, desprolija y exclusivamente en la Copa Mundial de Clubes.
No se cruzan fechas, y por el contrario, el recorrido del calendario del torneo mexicano, correctamente administrado, le puede llevar a manejar paralelamente la otra competencia del segundo semestre: Copa MX o Concachampions.
Pero, hay un riesgo: esa voracidad a veces desleal de dirigentes y cuerpo técnico. Si clasifican a la Liguilla del Apertura 2014, ¿se tiraría por la borda el objetivo primordial del Mundial de Clubes por la tentación de un título liguero?
3.- Logística
Éste suele ser el gran problema. Los anteriores equipos mexicanos clasificados al Mundial de Clubes ahorran centavos y pierden dólares.
Cruz Azul debería montar, a cualquier costo competitivo y financiero, un campamento desde más de una semana antes en Marruecos, concertando partidos de preparación ante clubes locales, y además, que el entorno no los sorprenda, como tampoco las canchas, el clima y hasta detalles menores como alimentación y costumbres, algo en lo que algunos técnicos han hecho énfasis.
¿Qué es no fracasar? Queda claro: aspirar a la Final si el adversario en Semifinales es el campeón de la Copa Libertadores, especialmente porque los clubes sudamericanos, después de concluida la competencia, terminan vendiendo a sus mejores jugadores.
O que por lo menos no se termine sometido de manera lamentable y ratonera por los adversarios de Asia, África u Oceanía, como han sido los casos mencionados, y que quede claro que esos 30 minutos en que tuvo el Atlante en un puño al Barcelona, no pasa de ser una anécdota, alejada de toda realidad posible.
Lo cierto es que Cruz Azul tendrá casi ocho meses para empezar a delinear la forma en que quiere confrontar el Mundial de Clubes, pensando en que la Liguilla del Apertura 2014 se jugaría a partir de la segunda semana de noviembre, si es que La Máquina se involucra en ella.