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Sin garantías de nada

A dos semanas de su debut mundialista, México no tiene ni forma ni fondo en la cancha y muchos menos la capacidad de mostrar una faceta competitiva en la primera ronda del campeonato mundial. El 3-0 sobre una pobre selección de Israel, la despedida de Cuauhtémoc, el ánimo en las tribunas y la confianza que generan aquellos que venden a la selección como un producto pueden generar una falsa expectativa. Hoy, México no está para ilusionar a nadie.

MÉXICO -- Dos semanas antes del Mundial, México parece seguir buscando algo que no ha tenido en la última época: un equipo de futbol competitivo.

El 3-0 sobre la insulsa selección de Israel, una noche de despedida para un futbolista que alcanzó niveles de idolatría, una alegría generalizada en las tribunas y hasta la emoción por la proximidad de la Copa del Mundo no pueden tapar una realidad. En la cancha, Miguel Herrera tiene muchas dudas, un equipo con poco orden, sin armonía en las líneas y sin la suficiente producción futbolística. Algunas figuras individuales parecen lejos de su mejor nivel y el funcionamiento en equipo es, por grandes momentos del juego, una nulidad. Y ello sin contar con el peor enemigo que tiene esta Selección Mexicana: el tiempo.

Y aunque es verdad que la alineación en la despedida del Estadio Azteca no incluyó a nombres como el de Márquez, Moreno, Herrera, Dos Santos y los "leoneses" Peña, Vázquez y Montes parece complicado que con solo tres partidos antes del debut mundialista, Herrera encuentre una faceta competitiva en este equipo.

No hay una "ciencia oculta" en esta materia. Lo que se recoge hoy es el producto de lo que se cosechó en el pasado reciente del futbol mexicano: desorden, indecisiones, atropello a proyectos, una Liga de poca calidad en competencia deportiva y un grupo de jugadores que actúan en el extranjero que, en su mayor parte, no cuentan con la continuidad necesaria.

En la cancha hay muy pocos milagros y México parece depender de uno de ellos para tener un equipo que pueda competir en la primera fase del inminente campeonato mundial. Hoy no podemos engañarnos. México no tiene un equipo de futbol que aspire a grandes cosas, a pesar de que el martes, en Palacio Nacional, se nos dijo que el objetivo es traerse la Copa, a pesar del 3-0 del miércoles por la noche, a pesar de que Herrera sigue defendiendo que tiene un estilo y una condición para jugar, a pesar del júbilo y de las expectativas, a pesar de los que venden a la selección como un producto comercial, a pesar de todo eso y de todos ellos, hoy, en la cancha, México no ofrece garantías de nada.

@Faitelson_ESPN