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Hora de sacudir las cosas en los Dodgers

Mattingly logró magia en la 2ª mitad del 2013, y parece que tendrá que hacerlo de nuevo en 2014. Richard Mackson/USA TODAY Sports

El manager de los Dodgers de Los Angeles Don Mattingly ha visto esta estrategia de tener un equipo lleno de estrellas antes, por allá por la década de los años 80 con los Yankees de Nueva York. Su jefe, George Steinbrenner, solía coleccionar una gran cantidad de grandes nombres en una plantilla sin considerar si estos podrían encajar bien unos con otros, y entonces esperar que su manager resolviera todos los problemas.

Pore so es que, en 1988, ellos terminaron con un Claudell Washington de 33 años jugando en el jardín central, flanqueado por Dave Winfield y Rickey Henderson, mientras Jack Clark fungía como bateador designado. Rafael Santana estaba en el campocorto, y un jóven jardinero llamado Jay Buhner fue cambiado en un acuerdo por Ken Phelps de 33 años. Los veteranos eran buenos jugadores -- Winfield y Henderson eran futuros miembros del Salón de la Fama – pero carecían de un verdadero jardinero central, y no lucieron bien en conjunto, ya que sus habilidades defensivas eran una mera consideración secundaria. Los Yankees terminaron con marca de 85-76 en el quinto puesto del Este de la Liga Americana.

El actual equipo de los Dodgers de Mattingly debería ser mejor que eso porque tienen mucho mejor pitcheo, con Zack Greinke, Clayton Kershaw, Hyun-Jin Ryu, Josh Beckett, etc., etc. Ellos tienen además uno de los mejores jugadores jóvenes en el deporte en Yasiel Puig, quien luce como que mejora con cada día que pasa.

Pero no encajan. Ellos no tienen un verdadero jardinero central en su roster de Grandes Ligas, ahora que han decidido que Matt Kemp no puede jugar esa posición de forma adecuada. (Scott Van Slyke probablemente nunca soñó que comenzaría un juego en el jardín central en las Grandes Ligas, como le tocó hacer el otro día.) Andre Ethier podría recibir algunas encomiendas en dicho puesto, como hizo el año pasado, pero él es un jardinero de esquina.

Y tampoco tienen un campocorto real; Hanley Ramírez se ubica como el peor jugador del medio del cuadro interior en el béisbol en algunas estadísticas defensivas, números que igualan la prueba del ojo de algunos evaluadores rivales, muchos de los cuales creen que Ramírez no es capaz de sostenerse en dicha posición a menos que esté descosiendo la pelota en el plato. Pero hasta el momento, no lo está haciendo.

Así que los Dodgers, igual que algunos de los equipos de Steinbrenner en la década de los 80, tienen la nómina más alta en todo el béisbol y muchísimas estrellas, pero poca o ninguna ayuda en el campocorto y en el jardín central. Es bien difícil ganar sin una columna vertebral defensiva.

Y ahora Mattingly está preocupado por la química del equipo, sobre como los jugadores se unen, y luego de la derrota del miércoles, le dijo a los reporteros que estaba cansado de hablar sobre los fallos del equipo y sugirió que le preguntaran a los propios jugadores.

Los Dodgers tuvieron el jueves libre, y aun así perdieron terreno en la tabla de posiciones porque los Gigantes se rehusan a perder. Al llegar a los partidos del viernes, los Dodgers están a 8½ juegos del primer lugar en el Oeste de la Liga Nacional, y su situación está a punto de llegar a niveles críticos, como les ocurrió en junio del 2013. En ese momento el gerente Ned Colletti se reunion con su equipo de trabajo durante una gira como visitantes y alentó a Mattingly a que simplemente se dejara de preocupar por los sentimientos de los individuos y que pusiera a jugar a los mejores jugadores.

Mattingly hizo eso mismo, y los Dodgers reaccionaron para jugar con marca de 42-8 en camino al banderín divisional y a un puesto en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

¿Será que puedan caminar ese mismo camino otra vez?

Ciertamente los Dodgers tienen las opciones para intentarlo. Tienen un legítimo jardinero central en Triple A que está matando la pelota en Joc Pederson (OPS de 1.071). Ellos podrían ascenderlo, colocarlo en el jardín central y mover a Ethier al izquierdo. Pero entonces habrían consecuencias: Kemp, a quien los Dodgers le deben casi $130 millones, tendría menos oportunidades de juego. Él, Ethier, Carl Crawford y Van Slyke tendrían que batallar por turnos al bate. El "medidor de intrigas" se elevaría una vez más.

Los Dodgers tienen además un extraordinario torpedero defensivo disponible en la figura de Erisbel Arruebarrena. Fue bajado por el equipo el viernes, pero dejó una grata impresión en el cuerpo técnico por la forma en que se mueve, con su alcance y forma física. No hay un indicativo que los Dodgers estén pensando mover a Ramírez a la antesala en el verano antes de que se convierta en agente libre, y ellos podrían estar preocupados por la forma en que él pueda reaccionar ante una sugerencia como esa.

La ofensiva de Dee Gordon ha ido en declive últimamente, Arruebarrena no está catalogado como un buen jugador ofensivo, y Pederson probablemente pase por la inevitable mala racha de novato cuando la liga haga sus ajustes ante él, atacándolo con lanzadores zurdos, algo que fue su debilidad el año pasado.

Pero el punto es que, dada su gran rotación, los Dodgers quizás estarían mejor enfocándose en el mejor grupo defensivo posible, y dado el hecho de cómo están luciendo ahora mismo, ¿qué tienen que perder?

Ante tales hechos, Dylan Hernández se pregunta esto: ¿Le responderán los Dodgers a Mattingly?