<
>

Buscando Fe

Getty Images

Los aficionados mexicanos ya comenzaron su peregrinar de cada cuatro años por las calles mundialistas. Cantos, gritos, júbilo y motivos suficientes para soñar. Hoy, ellos viven de la expectativa de un Mundial, mientras Miguel Herrera sigue distraído o distrayéndonos en el tema de la portería, como si la decisión de colocar a Corona, a Ochoa o a Talavera como titulares fuesen la clave y la diferencia en la fe por la que suspira y sueña ese aficionado. He visto la misma escena de cada cuatro anos. Empieza bien. Termina mal.

RIO DE JANEIRO -- Entiendo bien las necesidades de los aficionados mexicanos al futbol. Los veo caminar por el andadero de la playa de Copacabana, ondear su bandera, elevar su júbilo, sus gritos y sus risas. Hablan de planes, de sueños, de momentos, de historias, de jugadores, de posiciones. Hacen cuentas, suspiran, piensan y luego, siempre sueñan. Entiendo bien el tipo de etapa sentimental que están atravesando, pero quizá yo no sea, por ahora, la persona adecuada para darles lo que buscan: Fe.

Estaba ojeando la única página que no tiene nada que ver con futbol en el periódico O'Globo, cuando me encontré con un cabezal que me llamo la atención: "México está peor que Brasil en todo".

Más que nunca, me hubiera gustado leer esta afirmación en un estricto tono futbolístico, apegado al momento y a las circunstancias que vivimos, pero el ex presidente brasileño Luis Ignacio Lula Da Silva, quizá el hombre con "mas culpa" de que este país esté organizando un Mundial de futbol, estaba hablando de economía y de política y no de lo que ocurre o puede ocurrir alrededor de un balón de futbol.

Pero volvamos a la cancha que finalmente nos corresponde y ocupémonos de Neymar Jr, de Felipao, del "Piojo" Herrera y del "Chicharito", una tarea mucho mas sencilla que las fuertes declaraciones de Lula Da Silva.

Miguel Herrera ha prometido que este lunes la Selección Mexicana amanecerá con un portero titular para los tres primeros juegos -únicos seguros, por cierto- en el Mundial. Finalmente, tras largas jornadas llenas de suspicacias, de análisis, de conjeturas y hasta de hipótesis jamás comprobadas, el entrenador mexicano despejara la "gran duda" -muy entre comillas- que tiene México a horas de su debut mundialista. Increíble, pero todo hemos caído en "el juego" que Herrera propuso para ganar tiempo y para distraer, cuando sin duda el equipo mexicano tiene dudas mas profundas e importantes que el tema de la portería. Con José de Jesús Corona o Guillermo Ochoa o incluso el mismo Alfredo Talavera, la condición de seguridad está garantizada en el marco mexicano.

Las incógnitas alrededor de esta selección siguen en el medio campo, en una zona delicada, donde hay que contar con la inteligencia, con el ritmo, con la capacidad y también con la responsabilidad de generar juego, de generar futbol. ¿En quién terminara esta tarea? En Héctor Herrera, que muestra por momentos facetas de gran futbolista y que en otras se esconde como si le pesara el compromiso. En un "Gullit" Peña que física y mentalmente no parece en el mejor de sus momentos o tal vez en Andrés Guardado que en ocasiones muestra parte de la gran técnica y clase que lo llevaron al futbol europeo hace ya algunos años. O quizá en Marco Fabián de la Mora que posee las características pero que generalmente termina siendo ultrajado por su propia personalidad.

Es verdad que la portería en un Mundial es un puesto de trascendencia, que en la defensa hay algunas preguntas en la adecuación de los tres zagueros que serán utilizados en el sistema de Herrera y que en la delantera no existe una definición absoluta sobre si Giovani o "Chicharito" acompañarán a Oribe Peralta, pero lo que sigue estando claro es que México necesita futbol para trascender ante Camerún, ante Brasil y ante Croacia y tener cierta posibilidad en un grupo donde los pronósticos no le favorecen. Y ese futbol, no saldrá del atajadas de Ochoa, de la salidas de Talavera o del juego con los pies que propone Corona. Tendrá que salir de la inspiración de futbolistas que tienen el talento para cambiar un juego.

La noche cae temprano sobre Copacabana, con sus luces sobre la playa, sus callejones obscuros, su melancolía, su música que de un decibel agudo cae en uno depresivo. Y allá van, con su camiseta en tonos verdes o con una roja cercana al anaranjado. Una bandera, una mascara, un maquillaje. He visto la escena cada cuatro años. Se parece mucho. Empieza igual. Termina peor.

@Faitelson_ESPN