Finalmente, después de un tiempo de analizar opciones, resolví mi futuro deportivo. La próxima temporada jugaré en Real Madrid.
Antes de comentar sobre lo que se viene, quiero detenerme en lo que dejo en Vitoria. Estoy sumamente agradecido al Baskonia por todos los momentos que me hizo vivir. Siempre me sentiré identificado con el equipo, siempre respetaré sus colores. Estoy tranquilo por cómo me voy. Hice todo para llegar lo más alto posible en cada competencia que encaramos. He dejado todo de mí y he jugado al 100%. Entiendo que el agradecimiento debería ser un sentimiento mutuo. Me hubiera encantado quedarme, pero uno debe asumir que en la carrera deportiva hay que tomar nuevos retos.
A la gente del Baskonia le dolerá, pero debe entender que esta era la mejor opción para seguir jugando en España.
Desde que terminó la temporada pasada recibí muchas propuestas de distintos equipos de varias ligas. En este momento de mi carrera, en el que ya estoy cerca del final, es una motivación y una ilusión muy grande que haya ocurrido eso. El desafío de jugar en Real Madrid, uno de los clubes más grandes de Europa, es el que más me interesaba a nivel deportivo y también familiar.
Este nuevo reto por el próximo año -con opción a otro- cumple con los requisitos de ser un club con una gran infraestructura e historia y con objetivos de conseguir títulos. Formaré parte de un equipo competitivo con posibilidades de ganar la Euroliga, que es el título que más deseo ganar. Estuve cerca de jugar un Final Four con Baskonia y me hubiera gustado mucho ganarla ahí, pero lamentablemente no pudo ser.
Jugar contra Baskonia no será una situación agradable. Para mí Baskonia ha sido mucho más que trabajo y deporte. Tengo un gran cariño por el club y muchos amigos. Ese partido tendrá mucho de emotividad y me costará mucho enfrentarlo, pero cuando esté en la cancha querré ganar con Real Madrid. Esa es la mejor manera de respetar al equipo que tanto me dio y esa es la manera en la que siempre jugué.
Recuerdo cuando me tocó enfrentar a Chicago Bulls por primera vez luego de mi traspaso. Tuve un gran recibimiento de parte de todo el United Center. Fue un partido muy malo para mí, aunque remontamos una diferencia de más de 20 puntos. De todos modos, creo que cuando tenga que jugar de visitante en Vitoria será aún mucho más especial.
Voy a cambiar de número de camiseta en esta nueva etapa. La 5 y la 13 ya tienen dueño, entonces elegí la 6. Me trae lindos recuerdos porque ese fue el número que usé en Racing, en mi debut como profesional.
En mi llegada a Real Madrid, además de un gran equipo de compañeros, puede que haya otro argentino ya que Facundo Campazzo suena fuerte como fichaje. Lo que Facu necesita es formar parte de un equipo europeo y tener la posibilidad de jugar. Sin dudas puede brillar en el básquetbol español. Ojalá que juguemos juntos y si no lo hacemos, que vaya a un equipo en el que le den la posibilidad de crecer. A su edad, lo que debe priorizar es el aspecto deportivo para poder hacerse un nombre.
Se viene el Mundial y no puedo evitar referirme a la complicada situación que atraviesa la CABB. Lo primero que debo expresar es que me entristece mucho lo que ocurre. Nosotros jugamos por amor a la camiseta y cuando nos tocan a la Selección, lo sentimos.
Lo que queremos es que haya claridad. Que se piense en el básquetbol argentino, en el desarrollo del deporte y no en intereses personales. Lamentablemente, los más de diez años de éxitos deportivos no se ven reflejados a nivel organizativo. Ojalá se puede recomponer la situación y que el Mundial sea una linda despedida para algunos de los que han hecho más grande al básquetbol argentino.
Un saludo a todos los que me siguen y hasta la próxima.