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El Tour de las oportunidades

Los campeones de todas las categorías junto al ganador del título Vincenzo Nibali Getty Images

PARÍS -- Campeón modesto ante las cámaras pues ante el público y los micrófonos Vincenzo Nibali (AST) no muestra un gramo de exuberancia, actitud que contrasta con ese instinto de campeón que quiere exhibirse sobre la bicicleta para que se sepa quién es el lider aún sin estar sus más difíciles rivales. El italiano cumple el sueño máximo de un corredor de las tres grandes: hacer su colección de Giro-Tour-Vuelta en algún momento de su carrera profesional. Una evento que solo habían podido tener otros 5 ciclistas: Gimondi, Anquetil Merckx, Hinault y Contador.

Italia tiene un nuevo emperador, uno que ha desarrollado su carrera con una progresión paulatina donde la fortaleza física y mental llegó a una maduración a través de los últimos 7 años. Vincenzo se estrenó como campeón de la Vuelta a España en su primera aparición en la ronda ibérica, pero antes ya había corrido dos Tour y dos Giros. La primera victoria de Nibali en la Corsa Rosa fue hasta su quinto intento y en el Tour fue hasta su cuarto luego de haber sido podio en 2012.

Esta progresión paulatina nos hace confiar en que el Squalo ha manejado su carrera con honestidad. Ahora todos los campeones pasarán por el escrutinio de la duda y lo tendrán que asumir. Nibali este año no tuvo ojos más que para el Tour dejando pasar la defensa de su Giro de Italia 2013. Su preparación arrancó desde el invierno, aunque los resultados no se daban de la manera tan contundente como lo hicieron sus principales rivales Froome y Contador. Vincenzo no permitió que las criticas le llegaran a la médula, aun si venían de la propia gerencia del equipo. Nibali callado se fue a entrenar a los Dolomitos después del 7º lugar en Dauphiné con muchos apuntes que resolver. Con su entrenador Paolo Slongo estaban convencidos de que se podían acortar las distancias con el inglés y el español. Nibali y Slongo realizaron un intenso programa de intensidad y aceleración para poder responder a los ataques de Alberto y Chris. Tanto efecto tuvo esta concentración que bajando de las montañas Nibali ganó el título de ruta italiano y llegó al Tour en una buen ascenso de la curva de su desarrollo físico.

Nibali fue inteligente para hacer diferencia desde el inicio, primero en un ataque de lejos que nadie esperó (etapa 2) y más tarde en la etapa de adoquines que quedará como el testamento de su fortaleza y suspicacia. Las circunstancias de carrera eliminaron a su más poderosa competencia, pero él no confió en que había enemigo pequeño y cada vez que pudo, además de ganar, consiguió hacer diferencia de tiempo. Nibali fue de los pocos en el pelotón que no sufrió caídas ni averías de consecuencia. Su equipo además fue el mejor parapeto para cuidar de sus intereses y a pesar de las caídas sufridas entre sus 8 compañeros se levantaron para sostener la defensa sobre cualquier inquietud personal.

Quizás la experiencia de ser portador del maillot amarillo por tantos días se convirtió para el italiano en una especie de realidad virtual y no tangible a pesar de sus compromisos como portador de tal insignia, no lo quería digerir del todo sino hasta que cruzara la línea de meta en París. Y aun así creemos que Nibali aún no ha reflexionado a fondo. Será en un momento de soledad cuando Vicenzo valorice el temple con el que ejecutó su plan, que nadie le regaló nada y que las ausencia en carrera son circunstanciales, pero que algo bueno tuvo que hacer él mismo para evitar ser víctima de las caídas. Ahora que se cuenta en una élite de muy pocos, el Squalo buscará ampliar el espectro de su carrera, porque él mismo dice que no solo es un corredor de carreras por etapas sino que quiere consolidarse como un ganador de clásicas y de un título del mundo. Esperemos que sea igualmente inteligente para no obsesionarse con el número de grandes que quiere ganar, sino mayormente en la calidad de sus triunfos.

Francia aprovechó que la puerta de la oportunidad se abrió para subirse al podio, claro que hubo un trabajo y sacrificio detrás de su doble presencia junto a Nibali –Peraud y Pinot--, pero deberán trabajar mucho para apoyar a sus jóvenes valores con un equipo los suficientemente fuerte para acercarse al podido cuando vengan el próximo año los colombianos y los que ahora estuvieron ausentes. Lo que es un hecho es que no les vimos miedo ante un corredor como Nibali y poco a poco buscarán tácticas más contundentes para medirse con los pesos pesados.

Peter Sagan ya tiene tres premios de la regularidad en el Tour de Francia a los 24 años. Yo creería que la dirección de su carrera debería enfocarse ahora a buscar victorias en clásicas y probarse en el Giro. Es aún demasiado joven para casarse con una sola idea, pero Sagan se maneja mucho por emociones y arranques.

Rafal Majka (TCS) hace historia para Polonia como líder de la montaña, pero su trabajo fue más resultado de un reacomodo de objetivos del equipo que la meta de esta inclusión tardía en el Tour. Con la juventud de su lado Majka continuará buscando capitanía en sus equipos para carreras de una semana y quizás pueda regresar al Tour algún día como el capitán de un equipo.

Fue sin duda un Tour de France atípico por muchas circunstancias, pero en la carretera no hay garantías ni nada es gratuito. El ciclismo se hace con el pan de cada día y cada jornada nos descubre una emoción individual y colectiva. El ciclismo brinda la oportunidad cada jornada de ser el héroe... aunque sea por un día.