LOS ÁNGELES -- Lo de Xolos es lamentable. Lo de Morelia es deplorable. El 0-0 los coloca en la misma miseria competitiva: dos puntos cada uno en el subsuelo de la Tabla de Posiciones.
La diferencia es que Xolos al menos, por momentos, se atreve, y con una perspectiva en la cancha muy clara, más allá de si seduce o hastía.
Mientras, Morelia responde a impulsos, con empellones, con desahogos personales, pero deja en claro que como equipo vive en la indigencia, comenzando, claro, con la indiferencia de sus propios propietarios.
Tijuana sigue siendo compacto. Un equipo sólido por personalidad de grupo y de jugadores, y algunas apuestas interesantes individuales.
Le resta a Xolos, cuando parecía evidente que iba a sumar, la presencia de Juan Arango, quien no encuentra aún el ritmo para ser más útil. Y sigue esperando la aventura insólita de uno de sus disparos, que lo colocaron entre los mejores francotiradores de Europa en un momento dado.
Y los dos se encuentran lejos de zona de protagonismo. Su consuelo, en los albañales de la tabla, son los Leones Negros, pero que aún tienen un partido pendiente ante Chivas.
Xolos, por ejemplo, no puede mantener ese ritmo y esa audacia que por momentos han metido en problemas a sus adversarios en este torneo, esos instantes en los que incluso amenazan con poder. Su apuesta es corta, breve, recatada, y luego elige la supervivencia como su propia mascota que trata de evitar la extinción de su raza.
Morelia sigue esperando que despierte Duvier Fiascos, cuando ha sido evidente que aquel penalti que erró en la Copa Libertadores, precisamente por Xolos, lo ha condenado indiscutiblemente a ser un náufrago irritantemente necio de inseguridad y desconfianza sobre sus capacidades.
Grave es ya para Morelia seguir sin victoria y sin goles. Más grave aún que sume 360 minutos más los agregados, sin poder conseguir gol, y eso, más su inconsistente y despersonalizado estilo de juego, terminan por condenar un proceso que era evidente le quedaba grande a Comizzo.
Y el panorama no pinta mejor para ninguno de los dos. Tijuana tendrá la visita de los Jaguares, que, inconsistentes aún, pero es evidente que hacen mejor futbol en la cancha.
¿Morelia? Visita al América, que en estos momentos, al margen de su visita a los Tigres, mantiene números perfectos, sin dejar de lado, claro, que algunos de sus triunfos han sido mancillados por tristes y, como siempre, sospechosos, errores arbitrales.
El empate, a los únicos que les da tranquilidad y oxígeno, es a los entrenadores de ambos equipos, toda vez que tanto Comizzo como Farías sabían que su permanencia habría quedado tembeleque en caso de un tropiezo.
Una tregua pues, con mejores augurios para Xolos, que, sin embargo, dejan en claro que Farías depende estrictamente del mismo oxígeno que Comizzo: victorias.