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Abreu: Mi experiencia de primer año

Adam Dunn ha sido una presencia importante para Abreu durante su temporada de novato AP Photo/Ben Margot

Esta semana, varios bloggers están sustituyendo a Buster Olney para escribir la nota. El blogger invitado de hoy es el inicialista novato de los Medias Blancas de Chicago, José Abreu.

Primeramente debo comenzar por agradecer a Dios por haberme permitido alcanzar mi sueño, el sueño de toda mi familia: llegar y ser parte del mejor béisbol del mundo; por darme la oportunidad de mostrar cada día lo que soy capaz de hacer con las habilidades y condiciones con las que me bendijo; y por estar en una organización como la de los Medias Blancas y estar rodeado de tantas personas buenas que me han ayudado en todo este proceso que he vivido esta temporada.

La verdad es que no ha sido tan fácil como mucha gente piensa, pero tampoco ha sido tan difícil como me lo pude haber imaginado. La clave, como siempre he dicho, ha estado en mantenerse trabajando, en disfrutar lo que somos capaces de hacer cada día y en no conformarnos.

Cuando estaba pequeño y comenzaba a jugar béisbol, mi papá siempre me decía que tenía que tener dedicación, que para ser bueno, para ser lo que yo quería ser tenía que prepararme fuerte todos los días. Y así lo hice.

Ese consejo de mi papá, que se llama igual que yo, lo tomé como si fuera escritura sagrada y por eso todos los días trabajo intensamente, para estar lo mejor preparado posible para cada juego.

Cuando jugaba con Cienfuegos o con la selección no paraba de trabajar, lo hacía todos los días, incluso en esos días en los que tenía que tomar la guagua, el ómnibus en Cuba, para ir a las ciudades en las que me tocaba jugar.

Al llegar aquí, la rutina del trabajo y la preparación se me hizo más fácil, por todas las facilidades que hay. En mis primeros días aquí, lo único que hacía era trabajar, prepararme para no desaprovechar esta nueva oportunidad que me puso el Señor en mi camino, para corresponder a esa confianza que el equipo depositó en mí y para honrar el esfuerzo y sacrificio que toda mi familia hizo por mí.

Aprovechar todos los beneficios con los que me he encontrado desde que llegué a Grandes Ligas no ha sido difícil, así como tampoco ha sido muy difícil mantener mi enfoque en el trabajo con todas las cosas buenas que me han pasado y con todo lo que he logrado en este tiempo. La verdad es que nunca pensé que podía alcanzar las cosas que he alcanzado, como Jugador del Mes, Novato del Mes, llegar al Juego de Estrellas junto a tantas figuras, pero ha sido lo que Dios ha querido y yo todo eso lo asumo con humildad.

Pero como les decía, pese a todas esas grandiosas cosas que me han pasado no he perdido mi concentración, porque he tenido siempre presente otro consejo que me dio mi papá una vez: "Siempre debes tener un plan para lograr lo que te propongas. Siempre debes seguir ese plan y trabajar en él". Y así ha sido, me he mantenido siempre con mi plan, en el que el trabajo lo es todo.

También debe decir que aquí he encontrado personas que me han ayudado a mejorar los recursos de mi trabajo y mi preparación, personas con mucha experiencia y que han tenido la gentileza de aconsejarme y de permitirme tomar de ellos algunos de sus ejemplos.

Paul Konerko, quien lamentablemente se retirará luego de esta temporada y no lo podré tener más a mi lado, y Adam Dunn han sido dos de esas personas que me han servido de guías en este proceso de transición que he llevado adelante.

El liderazgo de Konerko es algo que me ha dado seguridad y confianza, porque él es una persona que no pierde la calma, que trabaja mucho, que estudia mucho su bateo y que con su ética de trabajo me ha dado el ejemplo y me ha ayudado a continuar con mi plan de trabajo, mejorándolo.

De él he aprendido cómo sacarle provecho a todos esos análisis que nos dan de los pitchers, aunque debo confesar que no soy una persona a la que le gusta estar viendo mucho esas cosas, porque yo tengo mi propio sistema para analizar a los pitchers. Pero esa es una herramienta que nos dan aquí y que nos puede ayudar.

Tanto Konerko como Dunn me han ayudado también a mantenerme relajado, a no presionarme cuando las cosas no salen bien, a no frustrarme de más cuando de repente fallo en hacer algo que pienso que he debido hacer.

Dunn, especialmente, siempre está buscando la forma de mantenernos de buen ánimo, de no caer ante la presión y todas esas cosas. Todavía me rio cada vez que veo el mono ese que tiene en su locker y con el que siempre nos echa broma. Una vez trajo un pájaro de juguete que hacía un ruido muy raro. La primera vez que lo escuché me asusté pero después lo que me daba era risa.

Creo que esa manera en la que ellos dos, que son dos personalidades de una gran trayectoria, manejan cada situación y se desenvuelven entre nosotros nos ayuda, particularmente a mí me ha ayudado a cómo controlar los diferentes escenarios que a uno se le presentan como pelotero en este nivel, no solamente en el terreno, sino en el clubhouse.

Ellos, creo, me han aportado esos detalles que han servido para complementar el plan con el que vine aquí, ese plan que me enseñó mi papá y que ahora he perfeccionado. Espero poder seguir sus ejemplos y continuar aprovechando cada oportunidad por el tiempo que Dios me lo permita.