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Convicción de Vogt, recompensa de A's

Stephen Vogt ha sido posiblemente el mejor bateador de Oakland desde que fue convocado en junio. Kyle Terada/USA TODAY Sports

OAKLAND, Calif. -- Stephen Vogt jugó en las ligas menores por ocho años y sabe cómo se siente viajar toda la noche en autobús desde Gwinnett, Georgia hasta Norfolk, Virginia, para luego enterarse de que las habitaciones del hotel todavía no están listas. Entiende lo que significa tener 25 años y no haber siquiera tenido un gustito de lo que es jugar en la categoría Doble-A.

Puede recordar sin problema alguno aquella conversación que tuvo con su esposa antes de que comience la temporada del 2010, durante la cual ellos discutieron la posibilidad de que él se retire y se dedique a ser entrenador, y como ella le recordó que esta oportunidad de jugar solamente ocurre una vez en la vida y que debería seguir intentándolo hasta que alguien le arranque al uniforme de su cuerpo.

Vogt sabe lo difícil que es llegar a las Grandes Ligas al haber hecho su debut oficial a los 27 años de edad y habiendo esperado por 14 meses para obtener su primer imparable.

Además, Vogt es capaz de contarte anécdotas sobre como fue titular en todos y cada uno de los partidos de los Atléticos de Oakland en los playoffs de la temporada pasada, sobre como él prosiguió con una gran pretemporada y como aún así lo terminaron mandando de regreso a las ligas menores cuando terminó el entrenamiento primaveral.

Así que cuando habla sobre como uno debe manejarse ante la adversidad, nosotros deberíamos escucharlo.

El momento en el cual el entrenador de Oakland, Bob Melvin, le dijo que debería regresar a las ligas menores "fue devastador", Vogt dijo este sábado.

"Yo obviamente sabía que había ciertas cosas que deberían pasar durante la primavera para que yo pueda formar parte del equipo. Contar con tres receptores hubiese sido una situación complicada para el equipo en ese entonces. Yo entendí su razonamiento".

"Sin embargo, fue algo duro. Yo trabaje muy duro durante el pasado invierno y tuve una muy buena primavera, así que el volver a las ligas menores fue un momento muy difícil para mí".

Vogt estaba sentado en el dugout de los Atléticos este sábado tras terminar con su práctica de bateo y procedió a explicar cómo procesó a ese momento aplastante.

"Esa no fue la primera vez en mi carrera que alguien me dijo 'Tú no vas a entrar al equipo'", dijo Vogt. "Yo he lidiado con muchos intentos fallidos de mi parte. Para mí personalmente, eso fue apenas un nuevo obstáculo en mi camino, en comprobar que yo sí pertenezco aquí. Por mucho que eso me haya dolido, por más frustrado que yo haya estado, esa era otra oportunidad de demostrar que yo sí pertenezco aquí".

Según Vogt, en Triple-A existen tres grupos de personas. "Tú ves a los jóvenes que están entusiasmados por haber llegado a Triple-A", dijo Vogt. "Luego están aquellos que forman parte del plantel de 40 jugadores y quieren estar de regreso y hacer todo lo posible por estar de regreso".

"Y después están los veteranos que ya han llegado a las Grandes Ligas y están amargados. Yo pienso que es tan difícil no convertirse en uno de esos tipos que están en Triple-A recordando su momento en las Grandes Ligas y que hablan sobre lo genial que es, y esto y lo otro".

"Yo amo a este deporte. El hecho de que tengo 29 años de edad y de que todavía cuento con un uniforme y de que formo parte de un plantel de 40 jugadores... Mi manera de pensar (en abril) era 'OK, todavía tengo un trabajo, sigo involucrado con el béisbol, yo sé que puedo jugar en las Grandes Ligas, volveré a Triple-A y me voy a divertir".

Vogt es conocido por sus compañeros por sus frases cortas, por su optimismo y por sus imitaciones de algunas de las parodias más memorables de Chris Farley. Hace poco hizo una imitación impecable de un referí de básquetbol, la cual se perfeccionó viendo a su esposa siendo entrenadora en Washington.

Sin embargo, él es sumamente serio cuando habla sobre como la amargura puede ser como un cáncer. "Yo no creo que haya nada mal con estar enfadado. Yo no creo que haya mal con estar frustrado. Yo no creo que haya nada mal con estar enojado. Pero tú no puedes amargarte. Yo pienso que la amargura es la única emoción que no se te puede escurrir en tu cabeza o tu corazón cuando estas en este deporte, ya que apenas eso sucede y te amargas, entonces no vas a rendir".

Vogt dice que conoce bien a esta sensación personalmente, ya que siente que dejó que la amargura invada su mente cuando lo mandaron a las ligas menores en el 2012, cuando él estaba con los Rays de Tampa Bay. "Yo me permití amargarme", él dijo. "Eso fue todo culpa mía... Para mí, ese fue el sentimiento de amargura, y terminé teniendo el peor año de mi carrera. Aprendí mucho de esa experiencia".

"No le hace bien a nadie -- especialmente [a ti mismo] -- cuando vas a jugar en Triple-A y te tienes lástima. Nadie te va a tener lástima en este deporte. Nada es regalado en este deporte, todo se gana, y yo me di cuenta de ello en el 2012 antes de que comience el 2013".

Vogt comenzó esta temporada en Sacramento y se despachó con un promedio de bateo de .364. Además, se podría decir que ha sido el mejor bateador de Oakland desde que fue promovido el 1 de junio con un promedio de bateo de .324. Actualmente cuenta con una lesión en el pie que no lo deja ser cátcher, pero no sabe exactamente cuál fue la causa de la lesión. Simplemente quiere llegar al parque todos los días y hacer lo que pueda, y todo parece indicar que formará parte de la alineación titular esta noche contra Jared Weaver y los Angelinos bajo las luces del Béisbol del Domingo por la Noche (8 p.m. ET por ESPN y WatchESPN).