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Para los Yankees es ahora o nunca

NUEVA YORK -- Tras haber transcurrido la primera semana de septiembre, alguien tendrá que informarles a los Yankees de Nueva York que es ahora o nunca si tienen alguna intención de clasificar a la postemporada.

Los Yankees, con récord de 73-68 con 21 partidos restantes esta campaña 2014, están muy cerca de perderse los playoffs por temporadas consecutivas por primera vez en más de dos décadas (1992-1993).

Aunque el Este de la Liga Americana está prácticamente decidido, con los Orioles de Baltimore con una ventaja de nueve juegos y medio al tope de la tabla, la única esperanza para Nueva York es que ningún equipo se ha aferrado a los dos comodines.

Al momento de redactar estas líneas, siete juegos separan a seis equipos de los dos "wild cards" disponibles en la Americana con un promedio de 20 partidos por jugar.

Tras perder ocho de sus últimos 10 encuentros, los Atléticos de Oakland han visto esfumarse lo que llegó a ser una ventaja de seis juegos como líderes del Oeste y actualmente tienen sólo dos juegos de ventaja controlando el primer comodín.

Los Marineros de Seattle a su vez han ganado seis de sus últimos ocho partidos después de una racha de tres derrotas consecutivas para seguir intercambiándose el control del segundo comodín con los Tigres de Detroit, que a su vez han perdido cinco de sus últimos 10.

Por otro lado, Cleveland, a tres juegos y medio del segundo comodín, y Azulejos de Toronto, a cinco, les están pisando los talones a los Yankees, y en el caso de los Indios de Cleveland, sobrepasándolos.

Según las estadísticas, los Yankees actualmente tienen menos de 3 por ciento de probabilidades de clasificar a los playoffs, en comparación con los Tigres de Detroit o los Marineros, ambos con cerca de un 60 por ciento.

Los Yankees comenzaron su improbable intento de ganar terreno en la pelea por el "wild card" durante su estadía de nueve partidos en casa con el pie derecho, ganando dos de sus tres partidos contra sus rivales divisionales Medias Rojas de Boston.
Ahora, después de perder dos de tres juegos ante los Reales de Kansas City, los Yankees tendrán un día libre antes de medirse a unos inspirados Rays de Tampa Bay, que a pesar estar seis juegos bajo la marca de .500, se han vestido de aguafiestas tras casi barrer a los Orioles.

Los Yankees disputarán todos y cada uno de sus últimos 21 partidos de la campaña 2014 contra rivales divisionales, seis contra Tampa Bay, ocho contra Baltimore, cuatro contra Toronto y tres contra Boston.

Los Rays han dominado a Nueva York 8-5 en sus 13 encuentros previos esta temporada. Los Orioles, que cuentan con una de las ofensivas más temibles en Grandes Ligas, han sido derrotados por los Yankees sólo tres veces en 11 partidos.

Y tras perder dos de sus últimos tres partidos en Toronto, los Yankees han registrado ocho victorias y siete derrotas ante los Azulejos esta campaña. Los Medias Rojas son el único equipo contra quien Nueva York cuenta con un récord relativamente dominante de 10 ganados y 6 perdidos.

Los bates neoyorquinos pueden ser descritos de muchas maneras esta temporada, pero quizás el mejor adjetivo es inefectivos. Las decenas de millones que se invirtieron, en particular en Brian McCann y Carlos Beltrán, además del ya existente pesadísimo contrato de Mark Teixeira, han sido una inversión que hasta ahora ha dado un mínimo rendimiento.

La ofensiva sigue dando mucho que desear y es en gran manera responsable de los pobres resultados en los últimos partidos.

El equipo ha sido blanqueado cuatro veces en un mes, y desde el 9 de agosto ha anotado más de cinco carreras en sólo cinco de 26 partidos, incluida una racha de 11 juegos consecutivos anotando cuatro carreras o menos.

Por otro lado, a pesar de las múltiples lesiones que han aquejado al cuerpo de lanzadores, el rompecabezas en el que se ha convertido la rotación neoyorquina ha sido una grata sorpresa. Un claro ejemplo es que en tres de las últimas seis derrotas del equipo, los abridores de los Yankees permitieron dos carreras limpias o menos en cada partido.

Los Yankees han enviado a un lanzador novato a la lomita 55 veces, el total más alto en las Grandes Ligas y la mayor cantidad en la historia del equipo. Nueva York tiene una marca de 34-21 en juegos con novatos como abridores en el 2014, incluido un sólido récord de 22-7 fuera de casa.

"Tenemos que ganar muchos, muchos partidos", dijo el dirigente Joe Girardi tras la más reciente derrota neoyorquina, donde el novato Shane Greene no permitió carreras limpias en la blanqueada 2-0 a manos de Kansas City.

Pero la realidad es que con una ofensiva que hace que actualmente el nombre de "Bombarderos" les quede muy grande, en el sótano de la Americana en carreras anotadas, los Yankees no sólo necesitarán "ganar muchos partidos" sino también de mucha ayuda, en particular de Kansas City y Anaheim.

Los Tigres y Reales jugarán seis partidos entre sí, pero Detroit tiene una marca ganadora de 9-4 en partidos disputados esta campaña. Además, a los Tigres les restan siete partidos contra los pésimos Mellizos de Minnesota.

Seattle por su parte tiene uno de los calendarios más difíciles restantes en Grandes Ligas, el cual incluye siete juegos contra los Angelinos y tres contra Oakland.

Los Yankees necesitan que los Reales barran a los Tigres y que a la vez los Angelinos barran a los Marineros, incluso quizás que Los Ángeles gane el resto de sus partidos restantes contra Oakland. Esto sólo asumiendo que Nueva York gane la gran mayoría de sus propios partidos y que los Indios y Azulejos ambos pierdan terreno.

"Yo sé que ustedes [los medios] tienen que pensar en todas las circunstancias [de la posición divisional y el comodín] pero nosotros no podemos pensar de esa manera", dijo Derek Jeter al abordarlo recientemente por lo complicada que se ve su clasificación a la postemporada.

"Nuestro trabajo es ganar partidos", agregó entonces el Capitán.

A los Yankees se les está haciendo muy tarde para empezar a hacer su trabajo.